(AZprensa) La exploración del planeta enano Ceres (situado en el cinturón de
asteroides, entre marte y Júpiter) sigue deparando nuevas sorpresas. La sonda
Dawn –que sigue en órbita alrededor del mismo- ha descubierto que la corteza de
Ceres es una mezcla de hielo, sales y materiales hidratados que fueron
sometidos a actividad geológica pasada y posiblemente reciente, y que esta
corteza representa la mayor parte de un antiguo océano. Pero no acaba ahí la cosa,
ya que un segundo estudio sugiere que hay una capa más suave y fácilmente
deformable debajo de la corteza rígida de la superficie de Ceres, la cual
podría estar formada por hielo e incluso por agua líquida.
Entre
las diferentes hipótesis los científicos se decantan por considerar que esa
corteza interna más ligera estaría formada por una mezcla de hielo, sales,
rocas y un componente adicional que se cree que es hidrato de clatrato. El
hidrato de clatrato es una jaula de moléculas de agua que rodea una molécula de
gas. Esta estructura es de 100 a 1.000 veces más fuerte que el hielo de agua, a
pesar de tener casi la misma densidad.
Los
investigadores creen que Ceres tuvo características superficiales más
pronunciadas, pero se han suavizado con el tiempo. Este tipo de aplanamiento de
montañas y valles requiere una corteza de alta resistencia que descansa sobre
una capa más deformable, la cual contiene al menos un poco de líquido.
Por
eso creen que la mayoría del antiguo océano de Ceres está ahora congelado y
unido a la corteza, quedando en forma de hielo, hidratos de clatrato y sales,
pero que en el interior más profundo contiene líquido que ha quedado de su
antiguo océano.
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