lunes, 13 de noviembre de 2017

Los tiempos de folclore en la industria farmacéutica ya pasaron

(AZprensa) Los laboratorios farmacéuticos van aprendiendo –a la fuerza- a ser éticos y a ajustarse al Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica. Un fiel reflejo de esto lo tenemos en la tradicional organización de “eventos científicos”. Antes, lo que se buscaba era agasajar a los médicos y/o farmacéuticos invitados con todo tipo de atenciones en un destino turístico atractivo y en unos hoteles y restaurantes de calidad, justificando esos dispendios con el pretexto de organizar allí una reunión científica; reunión que sólo ocupaba una pequeña parte del tiempo del viaje y que estaba enfocada a demostrar las bondades de los productos del laboratorio organizador.

Tanto abuso acabó pasando factura a la imagen de la industria farmacéutica y obligó a estos a elaborar un Código de Buenas Prácticas. Este Código establece una serie de requisitos para que una compañía farmacéutica pueda organizar eventos científicos o colaborar en ellos, que pueden resumirse en dos principios fundamentales: que el programa científico-profesional sea el principal foco de interés del evento y que la hospitalidad ofrecida y el lugar de celebración del evento sean razonables y adecuados.

Para asegurar que se cumplen estos preceptos, la Unidad de Supervisión Deontológica de la patronal de la industria farmacéutica, Farmaindustria, supervisa antes de su celebración esas reuniones, dando el visto bueno (si se ajustan al Código) o reclamando que se hagan una serie de ajustes para que pueda considerarse una actividad ética.

Evidentemente los laboratorios siguen utilizando esas reuniones para que se hable bien de sus productos (lo cual es lógico y razonable) pero todo dentro de un orden, con un programa científico serio y con unas atenciones a los asistentes dentro de la moderación.

Prueba de que los laboratorios van aprendiendo a comportarse mejor en este aspecto son los datos que acaba de revelar Farmaindustria: En el año 2016 la Unidad de Supervisión Deontológica supervisó 5.382 reuniones científico- profesionales, de las que el 94,95 por ciento se ajustaban perfectamente al citado Código, con lo que sólo fue necesario realizar algún ajuste en el 5,05 por ciento restante. En comparación, en el año 2014 las reuniones supervisadas fueron 1.747 de las cuales el 79,5 necesitó hacer correcciones.

Sin embargo, lo que siguen sin aprender los laboratorios es la asignatura de Comunicación, ya que –por ejemplo- la divulgación de estos datos suele quedarse reducida al ámbito de la prensa especializada y no trasciende a los medios de comunicación general, con lo cual la imagen pública de la industria farmacéutica sigue siendo completamente negativa.

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