(AZprensa) ¿Qué
criterios siguen las compañías farmacéuticas para fijar el precio de los
medicamentos? ¿Cómo es posible que el tratamiento con un medicamento para
tratar la leucemia cueste 403.000 euros (“Kymriah” del laboratorio Novartis) ó
317.000 euros (“Yescarta” del laboratorio Gilead)? Si te curan la leucemia te
arruinan de por vida, y si el tratamiento lo paga la Sanidad pública, le
arruinan el presupuesto y tendrá que recortar a costa de los tratamientos y
atención sanitaria a otros muchos miles de pacientes. ¿Por pagar uno de esos
tratamientos habrá que dejar sin tratamiento a muchos miles de pacientes porque
no hay dinero para todos?
Varias organizaciones
como la Organización Médica Colegial (OMC), Organización de Consumidores y
Usuarios (OCU), Médicos del Mundo, Oxfarm Intermón y Salud por Derecho, han
enviado cartas de protesta a los laboratorios Novartis y Gilead por estos
astronómicos e irracionales precios de dichos tratamientos.
Les preguntan, también, por sus inversiones
en I+D recordándoles las cantidades que se detraen por la inversión pública, o
si piensan o no comercializarlos en los países en vías de desarrollo donde
prácticamente nadie podrá beneficiarse de ellos por su inmoral precio. Les recuerdan,
igualmente, que los ensayos clínicos en este tipo de enfermedades apenas
superan el centenar de pacientes, por lo que el coste de los mismos tampoco justifica
el precio final.
Está claro que la
investigación hay que pagarla, pero ¿a qué precio?
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