(AZprensa)
Según unos investigadores de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), cuyo
estudio fue publicado en la revista “JAMA” (Journal of the American Medical
Association), la velocidad al andar se puede convertir en un nuevo indicador de
salud que ayude a predecir la longevidad de las personas, sobre todo a partir
de los 65 años, ya que han comprobado (varios estudios sobre un total de 35.000
personas de más de 65 años a las que se hizo un seguimiento de 21 años) que
quienes van más deprisa viven más.
La
velocidad al andar se correspondía con mayores probabilidades de supervivencia,
sobre todo en mayores de 75 años y tanto en hombres como en mujeres. Según ha
explicado la doctora Stpehanie Studenski, autora del estudio, “la longevidad
para cada sexo y edad aumentó a medida que se incrementó la velocidad al
caminar".
Los
que caminaban a 0,8 metros por segundo presentaron una esperanza de vida acorde
con la media del estudio; los que caminaban a 1 metros por segundo o más,
alcanzaron mayor supervivencia, y los que caminaban a velocidades inferiores a
0,6 metros por segundo tuvieron una supervivencia inferior.
La
explicación, para los investigadores, puede radicar en que "caminar
requiere energía, control de movimiento y apoyo, y exige un esfuerzo en
múltiples sistemas del organismo, incluido el corazón, los pulmones y los
sistemas circulatorio, nervioso y musculoesquelético", mientras que
"la disminución en la velocidad al andar refleja tanto daños en esos
sistemas como un alto coste de energía al caminar", por lo que la velocidad
al caminar puede considerarse una buena herramienta para identificar la
esperanza de vida de las personas mayores.
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