(AZprensa) La
Comunidad Autónoma de Andalucía es un ejemplo de aquellos Gobiernos nacionales
o autonómicos cuyo único objetivo es conseguir los medicamentos más baratos que
existan sobre el planeta. En el caso de la sanidad de Andalucía, se organizan
unas subastas a la baja entre aquellos laboratorios que estén dispuestos a
responder al reto de “¿Quién lo vende más barato?”. No les basta con poner a
disposición de sus ciudadanos fármacos genéricos sino que va más allá y
promueve estas subastas a la baja entre laboratorios para ver quién rebaja más
el precio. El único criterio de selección de la Sanidad de Andalucía es el
precio. Pero todo tiene consecuencias…
En esta última
ocasión, algunos laboratorios que se habían entusiasmado bajando sus precios
para llevarse el pedido, una vez conseguida la adjudicación se han dado cuenta
que a esos precios tan baratos en vez de ganar… pierden. Y claro, se han echado
atrás.
El laboratorio Aristo
Pharma, ha decidido dejar de suministrar nueve lotes. Dos de ellos (ranitidina
150 mg y 300 mg) se encuentran entre los productos que mayor índice de
desabastecimiento registran las farmacias españolas. A ellos se suman varias
presentaciones de buprenorfina, risperidona y zolmitriptan.
El laboratorio Aurobindo
ha renunciado a abastecer a las farmacias andaluzas de terbinafina 250 mg y
valaciclovir 1.000 mg.
El laboratorio Aurovitas
se ha echado atrás a la hora de suministrar motelukast 4mg (que también se
encuentra entre los medicamentos con mayores problemas de suministro en España).
El laboratorio Vir desiste
de suministrar pirexin 20mg/ml y 40 mg/ ml.
Y finalmente, el
laboratorio Ranbaxy no ve rentable suministar glicazida 60 mg. al precio que
había prometido.
Como se ve, la
obsesión de las Gobiernos regionales por conseguir medicamentos baratos, no
sólo consigue que sus ciudadanos sean de segunda división, sino que encima los
deja desabastecidos de medicamentos.
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