(AZprensa) Un grupo de
investigadores liderado por un científico del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) ha dado con la clave para evitar los efectos
más dañinos de la infección intestinal causada por una cepa de la bacteria
E.coli. Los científicos observaron la capacidad de colonización que esta
bacteria tiene sobre la mucosa intestinal y descubrieron unos componentes que
pueden servir para la elaboración de una vacuna contra este tipo de infecciones
intestinales.
Su estudio, publicado
en el último número de la revista “PLOS Phatogens”, ha demostrado que para que
se produzca la unión de la bacteria E.coli a la mucosa intestinal son
necesarias un grupo de proteínas, conocidas como efectores, que participan en
la formación de una lesión que destruye las microvellosidades intestinales,
fundamentales para la absorción de nutrientes.
La mucosa intestinal
es una barrera defensiva frente a infecciones. Sin embargo, los patógenos
intestinales, como la bacteria E.coli, han desarrollado mecanismos específicos
para unirse y alterar la mucosa intestinal. Esto genera una disfunción en la
absorción de nutrientes y favorece la pérdida masiva de líquidos que acompaña a
la infección. Los causantes de esta alteración son los efectores, que son
proteínas inyectadas por la bacteria a la célula humana durante la infección
para alterar la función de la célula intestinal.
“Estos resultados nos
permiten entender mejor el proceso de infección y daño de la barrera intestinal
y nos permitirá desarrollar vacunas basadas en cepas atenuadas de EPEC capaces
de colonizar el tejido intestinal, pero sin causar los síntomas agudos de la
infección”, ha afirmado Luis Ángel Fernández, del Centro Nacional de
Biotecnología.
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