domingo, 14 de octubre de 2018

Saturno desconcierta a los científicos


(AZprensa) Ya lo dijo Sócrates hace muchos siglos (“Sólo sé que no se nada”) para explicar que cuanto más ampliamos nuestro conocimiento, más nos damos cuenta de lo poco que sabemos. Eso mismo está pasando a los científicos que han quedado desconcertados con los últimos datos revelados por la sonda Cassini durante la etapa final de su viaje y que han sido publicados en la revista “Science”.

Cuando la sonda Cassini se estaba quedando sin combustible los responsables de la misión dirigieron la nave a donde no había sido diseñada para volar. La nave fue capaz de transmitir datos durante 22 órbitas finales, antes de desintegrarse, adentrándose a través de los anillos, analizando el espacio entre estos y el planeta, y estudiando las capas altas de la atmósfera de Saturno.

Aunque aún quedan muchos más datos que analizar, estos son los primeros que se han hecho públicos y que echan por tierra muchas de las ideas preconcebidas que se tenían:

• Los compuestos orgánicos complejos incrustados en nanogranos de agua caen de los anillos de Saturno a su atmósfera superior. Los científicos vieron agua y silicatos, pero se sorprendieron al ver también metano, amoníaco, monóxido de carbono, nitrógeno y dióxido de carbono. La composición de los compuestos orgánicos es diferente de la que se encuentra en la luna Encelado, y también es diferente de la de la luna Titán, lo que significa que hay al menos tres reservorios distintos de moléculas orgánicas en el sistema de Saturno.

• Por primera vez, Cassini vio de cerca cómo los anillos interactúan con el planeta y observó partículas en el interior de los anillos y gases que caen directamente a la atmósfera. Algunas partículas adquieren cargas eléctricas y giran en espiral a lo largo de las líneas del campo magnético, cayendo en Saturno en latitudes más altas, un fenómeno conocido como "lluvia de anillos". Pero los científicos se sorprendieron al ver que otras son arrastradas rápidamente a Saturno en el ecuador. Y todo se está cayendo de los anillos más rápido de lo que los científicos pensaron: hasta 10.000 kilogramos de material por segundo.

• Los científicos se sorprendieron al ver cómo se ve el material en el espacio entre los anillos y la atmósfera de Saturno. Sabían que las partículas a lo largo de los anillos iban desde grandes a pequeñas. Pero el muestreo en la brecha mostró en su mayoría partículas pequeñas, de tamaño nanométrico, como el humo, lo que sugiere que algún proceso aún desconocido está triturando partículas.

• Saturno y sus anillos están aún más interconectados de lo que los científicos pensaban. Cassini reveló un sistema de corriente eléctrica previamente desconocido que conecta los anillos con la parte superior de la atmósfera de Saturno.

• Los científicos descubrieron un nuevo cinturón de radiación alrededor de Saturno, cerca del planeta y compuesto de partículas energéticas. Descubrieron que, si bien el cinturón en realidad se cruza con el anillo más interno, el anillo es tan tenue que no impide que se forme el cinturón.

• A diferencia de cualquier otro planeta con un campo magnético en nuestro Sistema Solar, el campo magnético de Saturno está casi completamente alineado con su eje de giro. Los nuevos datos muestran una inclinación del campo magnético de menos de 0,0095 grados. (El campo magnético de la Tierra está inclinado 11 grados desde su eje de giro). Según todo lo que los científicos saben sobre cómo se generan los campos magnéticos planetarios, Saturno no debería tener uno. Es un misterio que los físicos trabajarán para resolver.

• Cassini voló por encima de los polos magnéticos de Saturno, muestreando directamente las regiones donde se generan las emisiones de radio. Los hallazgos aumentaron a más del doble el número de mediciones directas de las fuentes de radio del planeta, una de las pocas ubicaciones no terrestres donde los científicos han podido estudiar un mecanismo de generación de radio que se cree que opera en todo el universo.

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