(AZprensa)
El impétigo es una infección de la piel cuyo diagnóstico suele ser tardío
facilitando así su rápido contagio y transmisión por contacto directo de la
piel, a uno mismo y a las personas del entorno. Es la infección cutánea
bacteriana más común en niños de dos a cinco años y sus principales factores de
riesgo son las lesiones y traumatismos
de la piel (mordeduras, heridas, arañazos, picaduras); desnutrición; falta de
higiene y diabetes mellitus. Se
caracteriza por la aparición de llagas en la cara, sobre todo alrededor de la
boca y la nariz pero que se propaga a otras partes del cuerpo, pies, manos,
etc. con mucha rapidez. Estas lesiones evolucionan y se convierten en ampollas
y costras y se identifica a partir de una erosión de la piel que aparece con un
círculo rojizo y pústulas que liberan un
líquido amarillento para acabar formando una costra blanda, pegajosa y
amarilla. Durante el verano y otoño es cuando más casos se registran y es fácil
que aparezca a consecuencia de heridas o rascadas que se han infectado.
El
tratamiento del impétigo debe realizarse con antibióticos tópicos además de
medidas de control de síntomas e higiénicas, con un correcto lavado de las
lesiones y de las manos e hidratación. La infección está causada por Streptococcus pyogenes y Staphylococcus aureus, unas bacterias
que con el tiempo han desarrollado resistencia a los antibióticos actuales
(ácido fusídico y mupirocina). Este es uno de los motivos que explica, según
los expertos, su facilidad y alto potencial de contagio entre la población
pediátrica, siendo la edad de mayor riesgo, entre los 2-5 años, aunque
cualquier niño o adulto puede padecerlo. Otro de los problemas, aunque
frecuente entre niños, es que se trata de una enfermedad muy desconocida y
cuando se diagnostica ya pueden haber pasado algunos días desde su aparición lo
que facilita el contagio.
Recientemente
en el “Journal of Drugs Dermatology” se ha publicado un análisis combinado de
dos estudios clínicos realizados sobre un nuevo antibiótico tópico indicado
para el impétigo. En este estudio, “Topical Antibacterial Agent for Treatment
of Adult and Pediatric Patients With Impetigo: Pooled Analysis of Phase 3
Clinical Trials” se demuestra que ozenoxacino es un agente antibacteriano
tópico eficaz para el tratamiento del impétigo causado tanto por cepas
sensibles a otros tratamientos como resistentes a los mismos. El estudio evaluó
la eficacia, seguridad y tolerabilidad del nuevo bactericida de uso tópico que
ya está aprobado y comercializado para el tratamiento del impétigo no ampolloso
en adultos y niños a partir de 6 meses.
En
este estudio, se demostró una eliminación de los microorganismos de más del 80%
tras 2 días de tratamiento, cosa que, concluye el estudio, puede implicar una
reducción de la transmisión y contagio de la patología.
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