(AZprensa)
El ojo funciona como una cámara digital, en la cual, la superficie receptora
está formada por un conjunto de píxeles. Por eso la resolución de la imagen que
proporciona el ojo al cerebro está limitada por el número de píxeles, o células
ganglionares, de la retina.
Al
igual que hace una cámara digital a la hora de procesar una imagen, un núcleo
del cerebro (el núcleo geniculado lateral del tálamo) es el encargado de
recibir información directamente de la retina y enviarla a la corteza cerebral
para su análisis. Así lo ha comprobado un equipo liderado por investigadores
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) al descubrir que la
función que lleva a cabo este núcleo es muy parecida a la que cumple una cámara
digital o un teléfono móvil a la hora de ampliar la resolución de una
fotografía.
“Los
circuitos neuronales que forman el núcleo del cerebro interpolan para obtener
una imagen retiniana con mayor número de píxeles y, por lo tanto, mayor
resolución aparente. Esto permite al cerebro incrementar el tamaño de la imagen
retiniana antes de proceder a un análisis más detallado”, asegura Luis
Martínez, investigador del CSIC en el Instituto de Neurociencias de Alicante.
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