(AZprensa) Las espondiloartritis son un conjunto de
enfermedades reumáticas inmunomediadas, entre las que se encuentran la
espondilitis anquilosante, artritis psoriásica o las espondiloartropatías
asociadas a la enfermedad inflamatoria intestinal, entre otras. La espondilitis
anquilosante afecta, fundamentalmente, a las articulaciones de la columna
vertebral, las cuales tienden a soldarse entre sí, provocando una limitación de
la movilidad. Esta enfermedad crónica, inflamatoria y altamente discapacitante
es frecuente, ya que se calcula una incidencia de unos siete casos nuevos por
cada 100.000 habitantes al año.
Habitualmente aparece en varones entre los 20 y los 30
años, siendo menos frecuente entre las mujeres, donde la enfermedad afecta de
forma más leve. La aparición de la enfermedad en este grupo de edad
—generalmente una etapa de inicio en la actividad laboral— supone un gran
impacto en la calidad de vida de los pacientes al provocar dolor de espalda y llevar
asociados –en muchas ocasiones- otros síntomas que afectan a los ojos, piel,
estómago o estado de ánimo.
Se estima que alrededor del 40% de las personas con
espondilitis anquilosante puede presentar más de una comorbilidad, es decir,
puede desarrollar alguna otra enfermedad como psoriasis, uveítis, depresión o
enfermedad inflamatoria intestinal.
Si la espondilitis anquilosante no se diagnostica a
tiempo, impide el tratamiento en fases iniciales, lo que agrava la enfermedad y
hace que aumente el daño estructural y la pérdida de movilidad. Por ello, el
diagnóstico precoz es básico para mejorar el pronóstico de esta patología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario