jueves, 21 de noviembre de 2019

Lo que cuesta un nuevo medicamento


(AZprensa) Según los últimos datos facilitados por la patronal de la industria farmacéutica, Farmaindustria, cada nuevo medicamento que está listo para salir al mercado lleva tras de sí una inversión de 2.500 a 3.000 millones de euros y unos 10 años de trabajos en investigación y desarrollo. Pero una vez listo para salir al mercado debe conseguir la autorización de comercialización, primero por la Agencia Europea del Medicamento, y después por las Autoridades sanitarias españolas, y este segundo paso, en concreto, supone una media de 450 días; es decir, desde que se descubre un medicamento potencialmente interesante hasta que finalmente llega al mercado, pasa una media de 12 años. Por otra parte, como el periodo de exclusividad de patente tiene una vigencia de 20 años y empieza a contar desde que se descubre el fármaco, resulta que al laboratorio que ha dedicado de 2.500 a 3.000 millones de euros y 12 años de trabajo al mismo, sólo le quedan 8 años para amortizar la inversión y ganar dinero, antes de que expire la patente y cualquier otro laboratorio pueda copiarlo y venderlo más barato ya que no tiene que asumir ni los costes ni los riesgos de la investigación.

Porque esa es otra: los riesgos de la investigación. Que nadie se crea que los investigadores descubren un nuevo fármaco y tras doce años y esos miles de millones consiguen finalmente ponerlo en el mercado. En realidad, sólo uno de cada 10 fármacos que se descubren consiguen llegar a la fase final de investigación clínica; e incluso una vez en el mercado, sólo uno de cada tres consigue tener el éxito comercial suficiente para pagar todo lo investigado hasta esa fecha, generar beneficios y permitir que ese laboratorio pueda seguir investigando.

Así las cosas, no debería extrañar a nadie que los nuevos medicamentos sean caros. Pero no acaba aquí la cosa. Si el nuevo medicamento que llega al mercado se encuentra que ya existen otros competidores, otras sustancias que actúan sobre la misma enfermedad, nunca conseguirá un precio alto sino que se ajustará en función del que tengan los otros competidores aunque este último sea mejor. Únicamente, cuando llega al mercado un medicamento del que no hay nada parecido en el mercado y que además cura una enfermedad grave (como sucedió con los medicamentos contra la hepatitis B y con algunos medicamentos contra determinados tipos de cáncer, por ejemplo) conseguirá ese laboratorio que le aprueben un precio alto, y como esto sólo sucede en casos excepcionales, resulta que esos laboratorios se toman la revancha y exigen no un precio alto sino una exagerado para compensar todo lo que no le dejaron subir de precio a otros medicamentos menos trascendentes.

Y para quien crea que aquí se acabó la historia, se equivoca. Después de todo esto pasarán los años, subirá el coste de fabricación, subirá el coste de la vida, subirá… todo menos el precio de los medicamentos que no sólo no subirá sino irá bajando y bajando año tras año… hasta que llegue un momento en que al laboratorio le cueste más fabricarlo que venderlo, y en ese caso dejará de fabricarlo.

Llegados a ese punto, muchos se llevarán las manos a la cabeza y reclamarán que no se retire el fármaco… pero sólo en casos excepcionales (cuando en el marcado no haya nada parecido) se permitirá una ligera subida de precio para que lo sigan fabricando.

Pues todo esto, que es de sobra sabido en la industria farmacéutica… no es sabido por la opinión pública, que critica de forma constante el precio abusivo de los medicamentos nuevos, sin reparar en que los que llevan varios años en el mercado cuestan menos que un paquete de chicles o un helado. Y a esta opinión generalizada tampoco contribuye el hecho de que esos laboratorios que descubren algo importante y único se aprovechen y les pongan un precio abusivo. Y tampoco contribuye a cambiar esa imagen pública el permanente silencio y oscurantismo de la industria farmacéutica que siempre se esconde de los periodistas y ni siquiera comunica a la sociedad aquellas cosas buenas que hace.

No hay comentarios: