(AZprensa)
Todos sabemos que una vez abierta la botella de vino va perdiendo su aroma y
sabor con el paso de las horas, y mucho más si decidimos dejar esa botella a
medias para otro día. A más horas y días sin que acabemos el vino, peor será su
sabor.
En
cualquier tienda de vinos se pueden encontrar unos tapones especiales que se
acompañan de un extractor (algo parecido a un sacacorchos) que permite extraer
el aire de la botella y de esta forma mantener bastante bien la calidad y
cualidad de se vino hasta el día siguiente e incluso durante varios días.
Prueba de ello es que cuando quitas ese tapón especial para volver a servirte
vino, se escucha un “pop” como cuando abres una botella de champán.
Pero
sin embargo, mucho antes de que se inventasen estos artilugios, la sabiduría
popular ya había encontrado la solución:
“Si
esa botella de vino se ha quedado a medias y piensas que puede durar algún día
más, no basta con ponerle otra vez el corcho, hay una forma sencilla de
mantener mejor sus cualidades: trasvasa su contenido a otra botella más
pequeña. La clave está en que se deje muy poco aire dentro de la botella”.
Así
de sencillo. Con uno u otro sistema conseguirás que el vino mantenga todo su
aroma y sabor aunque su contenido te lo vayas bebiendo a lo largo de varios
días.
"La Biblia de Falcon Crest", de Vicente Fisac. Disponible en Amazon, en ediciones digital e impresa:
No hay comentarios:
Publicar un comentario