(AZprensa) Actualmente, el diagnóstico del cáncer de próstata se
realiza mediante el tacto rectal y un análisis rutinario de sangre, el PSA (Prostate-SpecificAntigen). No obstante,
este análisis no es suficientemente específico debido a que hay pacientes con
el PSA elevado que no padecen cáncer de próstata. La única manera de descartar
el cáncer de próstata era hasta el momento con biopsias periódicas. La biopsia,
un prueba dolorosa para el paciente, se basa en obtener tejido prostático
mediante una punción, que se analiza en el laboratorio para ver si existe
cáncer o no. En el 60 por ciento de los casos se trata de una falsa alarma y la
biopsia de próstata no presenta signos de enfermedad maligna, por lo que se
hubiera podido evitar. Sin embargo ahora, gracias al nuevo test, 4Kscore,
desarrollado por la compañía OPKO en colaboración con científicos del Memorial Sloan-Kettering Center de Nueva York, se podría
reducir a la mitad las 100.000 biopsias que cada año se realizan en España, lo
que supondría una mejor calidad de vida de los pacientes así como un ahorro de
costes considerable para los sistemas de salud.
Además de evitar la biopsia a muchos pacientes, esta prueba,
complementaria al PSA (que se seguirá haciendo), permite diferenciar entre el
cáncer agresivo, que hay que tratar de forma más intensa, y el no agresivo, en
el que no es preciso tratar y basta con el seguimiento periódico del paciente,
evitando así los efectos secundarios de los tratamientos.
El cáncer de próstata es el segundo más frecuente entre los hombres,
con aproximadamente 900.000 nuevos casos al año en el mundo, 300.000 de ellos
en Europa y 25.000 en España. La mayoría de los casos se diagnostican entre los
60 y los 80 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario