(Diario El Inefable) Aunque suene extraño esta podría ser una nueva moda para las
mujeres embarazadas. Según un estudio realizado por el Institut Marquès, con solo 16 semanas los fetos oyen y responden a
la música, siempre que ésta se emita desde la vagina de su madre.
Según la Dra. Marisa López-Teijón, Jefa de
Reproducción Asistida de Institut Marquès y principal investigadora y autora
del ensayo clínico “Hemos descubierto que la fórmula para que los fetos oigan
como nosotros es emitir música desde la vagina de la madre.
El sonido que les llega por el abdomen de su madre casi no lo oyen: los
tejidos blandos del abdomen y del interior del cuerpo de la madre absorben las
ondas sonoras”.
Las embarazadas a
quienes se aplicó música por vía vaginal, se colocaron un dispositivo diseñado
específicamente para el estudio, capaz de emitir a una intensidad media de 54
decibelios, el equivalente a una conversación en tono bajo o música ambiental. El equipo de investigadores comparó por
ecografía la reacción de los fetos y los resultados fueron estadísticamente
significativos. “Aplicando música vaginal,
el 87% de los fetos movieron la boca o la lengua y cerca del 50% de los
fetos reaccionó con un movimiento muy llamativo, abriendo muchísimo la
mandíbula y sacando la lengua al máximo”, afirma el Dr. Alex García Faura,
director científico de Institut Marquès y co-autor del artículo. Por el contrario, aplicando música emitida desde el abdomen o
vibraciones sonoras, estos cambios en las expresiones de los fetos no se
observaron.
Como ha explicado el Prof. Alberto Prats, catedrático de Anatomía y
Embriología Fetal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, “creemos
que la música induce una respuesta de movimientos de vocalización porque activa
circuitos cerebrales de estimulación del lenguaje y de la comunicación”.
Según esta hipótesis, una vez completada la
formación del oído interno, cuando al feto le llega a través de la cóclea un
estímulo auditivo que incluye ritmo o melodía, se activan centros muy
primitivos del tronco del encéfalo en el área relacionada con la conducta
social que inducen a la vocalización. Un grupo de células llamado colículo inferior es el que detecta el sonido. Si a
estas células les parece que el sonido es armónico y lo asocian a música, se
estimulan y activan los nervios responsables de movilizar la boca, la mandíbula
y la lengua para vocalizar (paso previo al lenguaje).
Sabemos que los bebés empiezan a vocalizar
espontáneamente en respuesta a los sonidos que escuchan y empiezan a explorar
el registro de sus voces: es la fase previa al habla. Ante ruidos o sonidos
disonantes, no se activan estos circuitos de neuronas; por eso cantar o
hablarle a un niño le estimula para el habla, mientras que un ruido no.
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