(AZprensa) Los Gobiernos de todo el mundo se han lanzado
ahora a la ofensiva (que viene de “ofender”) de querer vacunar a todos los
niños, pero ¿qué razones (que viene de “razonar”) están dando? Porque resulta
que si…
1.- Los niños que se infectan de COVID-19 ni se enteran o
como mucho tienen unos síntomas más leves que los de un simple resfriado.
2.- Ningún niño infectado por COVID-19 ha muerto ni ha enfermado
gravemente salvo alguno que ya estaba previamente gravemente enfermo.
3.- Las personas que se vacunan pueden volver a
contagiarse y pueden contagiar a los demás; por lo tanto los niños que se
vacunen podrán contagiarse y podrán contagiar a los demás, igual que si no se
hubiesen vacunado.
4.- En los mayores –según dicen- la vacuna hace que si se
infectan, los síntomas sean más leves; pero es que en los niños sin vacunar los
síntomas si se contagian son inexistentes o leves.
5.- Las vacunas tienen efectos secundarios, algunos –como
problemas cardiacos, trombosis, etc.- ya se están reconociendo públicamente, y
otros muchos aún están por darse a conocer, tanto es así que las farmacéuticas acordaron
con los Gobiernos no asumir ninguna responsabilidad ante los efectos adversos
que apareciesen, mientras que esas mismas farmacéuticas sí que tienen
responsabilidad respecto a los efectos adversos del resto de sus medicamentos.
Las preguntas que deben responderse con razonamientos
lógicos son estas:
¿Qué beneficio reporta la vacunación de los niños si a estos
no les afecta el COVID-19 pero sí pueden afectarles los efectos secundarios?
¿De qué sirve que se vacunen si pueden igualmente contagiarse después y contagiar a los demás?
“Diario del caos”, así es como los poderes políticos y económicos están cambiando el mundo a su antojo.
Disponible en Amazon, en ediciones digital e impresa.
Más información: https://amzn.to/3eJqYd8
No hay comentarios:
Publicar un comentario