(AZprensa) El eterno debate entre la calidad y lo comercial se da en
todos los órdenes de la vida, incluidos el cine y la pintura. Como ejemplo aquí
está una curiosa comparación entre el prolífico director de cine español,
Mariano Ozores, y el reconocido pintor Pablo Picasso…
Cualquier lector de esta columna que conozca
la filmografía de Mariano Ozores (a Picasso lo conoce todo el mundo) se llevará
las manos a la cabeza tachando este titular de auténtico disparate.
“¿Cómo comparar a Picasso, un genio de la pintura, con un
director de cine que hace películas como churros? Y nunca mejor dicho porque
Mariano Ozores ha sido el único director de cine español capaz de hacer hasta 6
películas en un mismo año”. Esta frase entrecomillada, amigo lector, podría
haberla dicho cualquier persona o tú mismo.
Y debo reconocer que en un principio yo también estaría de
acuerdo con esa frase. Yo mismo he visto muchas películas de este director y,
aunque suelen ser divertidas, hay que reconocer que son de mala calidad.
Bueno, así era hasta que el otro día vi en la televisión
una película de 1963 (estrenada en diciembre de 1964) titulada “La hora
incógnita” cuyo guión y dirección eran de Mariano Ozores, pero en la programación
de esa cadena no aparecía catalogada como “comedia” sino como cine de “suspense”.
“Será un error”, pensé, e inmediatamente me dispuse a salir de dudas y vi la
película, quedando asombrado. Era, en efecto, una película de suspense, plagada
de los más variados personajes todos ellos perfectamente reflejados, y con unas
historias –en torno al nudo central- que se iban entrelazando con habilidad.
Era, en definitiva, no una obra maestra pero sí una buena
película que echaba por tierra esa imagen de Mariano Ozores que todos tenemos:
el director de comedias españolas “a granel”.
Me pregunté entonces que si Mariano Ozores sabía hacer
buenas películas ¿por qué optó por hacer cine de mala calidad? Me acordé
entonces de Picasso y mi visita al museo que tiene en Málaga, en donde sus
cuadros se ofrecen al visitante en orden cronológico. Cuando vi sus primeros
cuadros descubrí un magnífico pintor… que en aquella época no era nadie… hasta
que el invento del cubismo dio un giro radical a su carrera y se hizo famoso y
rico pintando esas cosas raras que todos conocemos.
Algo así debió sucederle a Mariano Ozores porque “La hora
incógnita” era su quinta película y su productora, “La Hispánica”, se fue a la
quiebra tras su estrepitoso fracaso comercial. Quizás por eso, este director
decidió cambiar de rumbo y creó un tipo de cine -divertido pero de mala calidad-
que recibió los despectivos nombres de “españolada” y “landismo” (por la
frecuente aparición de Alfredo Landa en sus películas) y cuando la censura se
relajó le añadió el aliciente del “destape”. Y en efecto, muchas de estas
películas se convirtieron en grandes éxitos comerciales y Mariano Ozores no
paraba de hacer películas (92 películas entre 1959 y 1993) llegando a filmar
cuatro cada año e incluso seis en un año.
A Mariano Ozores, el cine de calidad le llevó a la ruina
y el cine malo lo convirtió en un director de éxito. A Picasso la buena pintura
no le daba fama ni dinero, pero a partir del cubismo se convirtió en un icono de
la pintura mundial.
Por eso yo me quedo con el Mariano Ozores de “La hora
incógnita” y con el Picasso de sus años jóvenes, porque ni el cubismo ni las “españoladas”
despiertan la más mínima admiración en mí, sólo sonrisas y unas cuantas
carcajadas.
PD.- Ahora sí, los que vayáis de “intelectuales” por la
vida, ya os podéis rasgar las vestiduras.
“La Biblia de Falcon Crest”, aquella mítica serie de
televisión escondía un mensaje secreto que ahora ha sido desvelado.
Disponible en Amazon, en ediciones digital e impresa.
Más información: https://amzn.to/30PpmGM
No hay comentarios:
Publicar un comentario