(AZprensa) El otro día una periodista (por llamarla de
alguna manera) de televisión, comentaba –mientras se proyectaban imágenes de la
guerra en Ucrania- que le sorprendía ver a la gente sin mascarilla. Para ella
no tenía ninguna importancia que estuvieran cayendo bombas, que destruyesen sus
casas, matasen a familiares… lo único que le preocupaba era que la gente que se veía deambular por las calles no llevase mascarillas.
Ayer, el Colegio de Médicos de Madrid anunciaba una
reunión para el próximo 11 de marzo con 56 médicos ucranianos que ejercen en
Madrid, para brindarles la ayuda de este Colegio de Médicos y destacaba como la medida más importante que dicho Colegio ponía a su disposición sus instalaciones para
vacunar a los refugiados.
Según el Colegio de Médicos de Madrid, a los refugiados
ucranianos no les importa haber tenido que huir de su país, ni que puedan morir
sus familiares, ni que destruyan sus casas y sus negocios; lo único que merece
la pena para ellos y de forma prioritaria es ser vacunados.
Esta es la sociedad que nos están imponiendo. Sin más
comentarios.
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