(AZprensa) Si estás buscando trabajo o ya tienes uno y quieres
conservarlo, ten mucho cuidado con las Redes Sociales y con todo lo que escribes
en ellas o en cualquier otro lugar de Internet, porque aunque parezca
inofensivo se puede volver en tu contra.
Hoy en día, todos los departamentos de Recursos Humanos revisan el historial de los candidatos e incluso el de sus propios empleados a través del rastro que dejan en Internet y, en especial, en las redes sociales. Esos comentarios que haces, tus opiniones, los detalles de tu vida que tan alegremente expones a todo el mundo, e incluso hasta el más inocente de los chistes, pueden arruinar tu futuro laboral.
Vivimos bajo la dictadura de lo “políticamente correcto” y cualquier cosa, por inocente que parezca, si va contra el orden establecido, es decir, contra el pensamiento único que nos imponen, hará que tu currículum se descarte en ese proceso de selección al que con tanta ilusión te habías apuntado, o que llame la atención de tus jefes y te llamen al orden e incluso tomen cualquier tipo de represalia.
Lo mejor que puedes hacer, si tantas ganas tienes de escribir y compartir todo lo que se te antoje en las redes sociales, en tus blogs, o en cualquier sitio de Internet, es que te abras una cuenta de correo con un nombre y perfil falso, y a partir de ahí podrás sentirte un poco libre sin temor a cargarte tu futuro profesional. En realidad es muy fácil: abres una cuenta de correo con nombre falso, luego abres cuenta en tus redes sociales con nombre igualmente falso e incluso con fecha de nacimiento inventada, y desde ese perfil falso podrás desahogarte y exponer todo lo que piensas.
Lo que tampoco conviene hacer es publicar tus fotos personales, porque por ahí también podrían localizarte. Publica fotos en donde tú no aparezcas y si tantas ganas tienes de que alguien te vea, envíaselas sólo a tus amigos de más confianza por cualquier otro medio, pero nunca las dejes al libre acceso del ojo de Gran Hermano que nos vigila.
PD 1.- Cuando ya tengas muchos años y estés jubilado como yo, podrás escribir y publicar con tu nombre y hasta con tu cara todo lo que te dé la gana, porque al llegar a la jubilación ya no hay futuro “profesional” que nadie pueda arruinar.
PD 2.- Si cuando lees esto ya es tarde y has publicado muchas cosas con tu cara y con tu nombre, dedícate a borrarlas para que quede la menor huella posible de lo que has hecho.
PD 3.- Pero si quieres convertir los inconvenientes en ventajas, borra todo lo que hayas hecho y abre dos tipos de nuevas cuentas: Unas con nombre falso para decir todo lo que quieras, y otras con tu nombre y cara para decir aquello que se espera de ti profesionalmente, es decir, todo aquello que pueda redundar en mejorar tu perfil profesional.
“El legado farmacéutico de Alfred Nobel”, esta es la historia de AstraZéneca y de los empleados que la hicieron posible. Que te sirva de ejemplo.
Disponible en Amazon, en ediciones digital e impresa.
Más información: https://amzn.to/3lkv5h8
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Vivimos bajo la dictadura de lo “políticamente correcto” y cualquier cosa, por inocente que parezca, si va contra el orden establecido, es decir, contra el pensamiento único que nos imponen, hará que tu currículum se descarte en ese proceso de selección al que con tanta ilusión te habías apuntado, o que llame la atención de tus jefes y te llamen al orden e incluso tomen cualquier tipo de represalia.
Lo mejor que puedes hacer, si tantas ganas tienes de escribir y compartir todo lo que se te antoje en las redes sociales, en tus blogs, o en cualquier sitio de Internet, es que te abras una cuenta de correo con un nombre y perfil falso, y a partir de ahí podrás sentirte un poco libre sin temor a cargarte tu futuro profesional. En realidad es muy fácil: abres una cuenta de correo con nombre falso, luego abres cuenta en tus redes sociales con nombre igualmente falso e incluso con fecha de nacimiento inventada, y desde ese perfil falso podrás desahogarte y exponer todo lo que piensas.
Lo que tampoco conviene hacer es publicar tus fotos personales, porque por ahí también podrían localizarte. Publica fotos en donde tú no aparezcas y si tantas ganas tienes de que alguien te vea, envíaselas sólo a tus amigos de más confianza por cualquier otro medio, pero nunca las dejes al libre acceso del ojo de Gran Hermano que nos vigila.
PD 1.- Cuando ya tengas muchos años y estés jubilado como yo, podrás escribir y publicar con tu nombre y hasta con tu cara todo lo que te dé la gana, porque al llegar a la jubilación ya no hay futuro “profesional” que nadie pueda arruinar.
PD 2.- Si cuando lees esto ya es tarde y has publicado muchas cosas con tu cara y con tu nombre, dedícate a borrarlas para que quede la menor huella posible de lo que has hecho.
PD 3.- Pero si quieres convertir los inconvenientes en ventajas, borra todo lo que hayas hecho y abre dos tipos de nuevas cuentas: Unas con nombre falso para decir todo lo que quieras, y otras con tu nombre y cara para decir aquello que se espera de ti profesionalmente, es decir, todo aquello que pueda redundar en mejorar tu perfil profesional.
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