Ahora lo llaman gripe

(AZprensa) El Gobierno (y los poderes políticos y económicos que lo manejan) no dejan de sorprendernos cada día. Hace poco el Gobierno anunció que ya no daría más datos de ingresados y muertos por COVID-19 pero siguió manteniendo la obligatoriedad de las mascarillas en espacios cerrados ya que eso ayuda a mantener el miedo en la población y ya se sabe que una población con miedo es más fácil de dominar y manejar a su antojo.
 
Ayer, nos sorprendía este titular: “Empiezan a aumentar los casos de gripe en varias Comunidades Autónomas”.
 
Y daban datos de Castilla y León en donde se habían registrado 50 casos por cada 100.000 habitantes. ¿Eso es mucho o poco? Pues si lo comparamos con los datos del año 2019, cuando no había coronavirus, resulta que es poquísimo: en aquél año se registraron de 400 a 500 casos por cada 100.000 habitantes.
 
Ya van dos sorpresas:
1.- Ya no se habla de COVID-19.
2.- Se habla de gripe en plan alarmista cuando las cifras son irrisorias.
 
Pero aún quedan más sorpresas. En dicha información se recogen las palabras del Dr. Joan Caylá, de la Sociedad Española de Epidemiología y dice lo siguiente: “Cuando prolifera un virus de forma tan masiva como el SARS-CoV2 (o sea, el coronavirus o COVID-19) se produce una lucha o pugna microbiana lógica con otros ya existentes y gana el más fuerte, que no deja nicho para los demás”.
 
O sea, que resulta que nuestro viejo amigo de toda la vida, el virus de la gripe es mucho más fuerte que el coronavirus y lo ha dejado arrinconado y acobardado, dejándole bien claro que los humanos somos terreno propiedad de la gripe y no de otros virus invasores extranjeros.
 
En fin, si es verdad esto que nos cuentan ahora, cada vez que estornudemos o tengamos un poco de fiebre por un proceso gripal, tendremos que dar saltos de alegría y darle gracias a nuestro gran amigo el virus de la gripe que ha sido el superhéroe que nos ha salvado del malvado y asesino COVID-19.
 
Pero no cantes victoria todavía. También en esa información se dice que si hay gripe, y sólo unos pocos casos (aunque nos alarmen con esos pocos casos) es gracias a las mascarillas, así que vemos claramente cómo quieren que sigamos asustados, con la boca tapada (en todos los sentidos), agachando sumisamente la cabeza ante el poder.
 

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