sábado, 14 de diciembre de 2024

…y unos pocos teníamos razón

(AZprensa) Dejémonos de palabras y vayamos a los hechos: Un informe de 520 páginas publicado recientemente por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos ofrece importantes conclusiones sobre la pandemia de Covid-19 y su gestión por las autoridades sanitarias y políticas. Pero ¿qué credibilidad se puede dar al citado informe, más allá del crédito que tiene este comité estatal? Diremos, pues, que ha surgido tras dos años de trabajo e incluyó más de un millón de documentos revisados, 38 entrevistas y 25 reuniones o audiencias.
 
Vayamos por consiguiente a algunas de sus conclusiones más importantes:
 
El virus no era de origen natural ya que presentaba mutaciones inusuales que no se encuentran en la naturaleza, por lo que su origen estaba claro que se había fabricado en el laboratorio.
 
No hubo múltiples transmisiones naturales sino que todo surgió de un único evento.
 
El Instituto de Virología de Wuhan, que investigaba sobre este virus con medidas de seguridad cuestionables, recibió 1,4 millones de dólares de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
 
Varios investigadores de este laboratorio presentaron síntomas de Covid-19 unos meses antes de que el brote se extendiera por la ciudad.
 
Las medidas adoptadas como el distanciamiento social, el uso de mascarillas y los confinamientos prolongados, no tenían ninguna base científica que respaldase su eficacia.
 
El cierre de colegios y centros educativos exacerbó los problemas de salud mental y generó un retroceso significativo en el aprendizaje de niños y jóvenes.
 
Las órdenes de vacunación casi obligatoria para los ciudadanos supusieron un atentado contra la libertad individual y no respetó la inmunidad natural de quienes ya habían superado la enfermedad.
 
Las vacunas no detuvieron la propagación del virus, pero ayudaron a mitigar un impacto más severo.
 
Conclusiones:
 
1.- Como muchos habíamos apuntado, el virus del Covid-19 ha sido artificial (nos mintieron diciendo que era natural) y ha sido creado en un laboratorio. No se sabrá nunca si se propagó de forma involuntaria por un descuido o de forma intencionada. Lo que sí está claro es que las medidas adoptadas (distanciamiento social, confinamiento, mascarillas, etc.) además de ser anticonstitucionales (como así lo dejó bien claro en España el Tribunal Superior de Justicia muchos meses después) no tenían ninguna base científica. Los poderes políticos censuraron y persiguieron todas las opiniones contrarias a la “versión oficial” por más que estuviesen avaladas por prestigiosos investigadores de todo el mundo.
 
2.- Y lo que queda igualmente claro es que la pandemia ha sido una oportunidad que se ha aprovechado para los objetivos que vienen marcados en la “Agenda 2030” y la “Agenda 2050”, que se resumen en “no tendrás nada y serás feliz” (porque todo lo tendrán ellos y toda la información que te llegue estará manipulada).
Su objetivo de reducir la población se ha cumplido (aunque sólo en un pequeño porcentaje, pero sí de “calidad” porque la mayoría de los muertos han sido viejos y personas enfermas, que son las que más gasto producen al Estado).
Su objetivo de enriquecerse los poderosos se ha cumplido porque cientos de miles de personas se han arruinado y los ricos lo han aprovechado para comprar propiedades y negocios a precio de saldo.
Su objetivo de tener futuras generaciones de ciudadanos incultos se ha cumplido gracias al retraso educativo que ha supuesto el cese tan prolongado de las clases.
Su objetivo de tener una población miedosa y acobardada que obedezca al poder sin cuestionar nada, se ha cumplido igualmente.
Su objetivo de implantar el “pensamiento único” se ha cumplido ya que con el pretexto de la pandemia se acrecentó y justificó la censura y la manipulación de las redes sociales y de los medios de comunicación que sólo podían publicar lo que recibían desde el poder establecido para no ser perseguidos y represaliados.
 
Y la prueba de todo esto es que casi ningún medio de comunicación se ha hecho eco de esta noticia (la publicación de este informe) y sólo algunos medios lo han incluido sin destacar demasiado. Y por supuesto, nada de esto se ha dicho ni en informativos, ni en programas y debates de las televisiones (salvo la excepción del programa “Horizonte” de los jueves por la noche en la cadena Cuatro).
 
Todo esto ya lo anuncié en el libro “Diario del caos” (Vicente Fisac, Amazon) escrito en tiempo real durante la pandemia, en donde relataba cuanto sucedía y aplicaba el razonamiento a cuanto se imponía sin más a la población.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“Diario del caos”: https://www.amazon.es/dp/B08QS83GS9

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