sábado, 7 de diciembre de 2024

Yo he sido negro

(AZprensa) Aunque soy de raza blanca, debo reconocer que yo he sido negro. Pero no como Michael Jackson que primero tenía la piel de color negro y luego se fue quedando cada vez más pálido; en mi caso mi piel nunca se oscureció y sin embrago puedo decir, sin faltar a la verdad, que yo he sido negro.
 
Pero, claro, no me refiero a los negros de piel, sino a esos otros “negros” que abundan en el mundo empresarial y en el mundo de la literatura. Porque se llama “negro” a aquellos profesionales que escriben libros, artículos, discursos, etc., que luego firman otros que ostentan un alto cargo o gozan de una gran popularidad.
 
Los famosillos del tres al cuarto que publican un libro, en realidad no tienen ni idea de escribir, pero encargan esa tarea a un escritor profesional (y poco conocido) a quien pagan una cierta cantidad de dinero pero que seguirán en el anonimato, mientras que los beneficios del libro y la fama será para el famosillo habitual de las tertulias televisivas.
 
Los presidentes y altos directivos de empresas y organizaciones, suelen contar –en este caso en nómina- con un “negro”, el cual les escribe los discursos, los prólogos de libros, los artículos, etc. que siempre van firmados por el presidente o directivo, pero han sido escritos por ese “negro” que suele ser el periodista responsable de la Comunicación de la empresa u organización.
 
Y ese fue mi caso en la última etapa profesional de mi vida cuando ejercí como Jefe de Prensa de la Organización Médica Colegial (OMC), la institución que agrupa y representa a todos los Colegios de Médicos de España.
 
La verdad es que nunca me quejé, me lo tomé como un reto eso de documentarme,  meterme en el cerebro del presidente para averiguar cómo pensaba, y transcribirlo así en todos los escritos que llevarían su firma. Y debo reconocer que, en mi caso, este reto fue mayúsculo. La información que recibía era esta: “Tienes que preparar un discurso para la toma de posesión del presidente de tal Colegio de Médicos”, o “tienes que preparar un artículo sobre la salud de los médicos”, o “tienes que escribir el prólogo de este libro”, etc.
 
Fuera de lo entrecomillado anteriormente no me daban ninguna información más; todo lo debía buscar e imaginar yo mismo. Y así buscaba información y –conociendo cómo pensaba el presidente de turno- me ponía a escribir lo que correspondiese.
 
Por eso, desde aquí, quiero lanzar un mensaje de apoyo y admiración a todos esos “negros” que tanto abundan en nuestro país y decirles que se lo tomen también como un reto personal de superación, porque así podrán disfrutar de algo de lo que jamás podrán disfrutar los que le hicieron el encargo: la satisfacción personal del trabajo bien hecho.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon: https://www.amazon.com/author/fisac
“Memorias de un Dircom”: https://www.amazon.es/dp/B092XFBPKY

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