(AZprensa) “Viaje alucinante” fue una película de ciencia
ficción del año 1966 que tuvo un gran éxito y mostraba a unos científicos y un
submarino que eran reducidos a tamaño microscópico y después inyectados dentro
de un cuerpo humano para curar una enfermedad. Con la salvedad de la imposible –de
momento- reducción de los seres humanos, esa propuesta se ha hecho realidad.
Unos investigadores suizos han diseñado un robot en miniatura que podría
inyectarse en los fluidos del cuerpo humano y administrar fármacos justo allí
donde se necesite.
El robot mide unos pocos milímetros y está fabricado con
una técnica de plegado similar al arte japonés del origami, lo que le ayuda a
adaptarse al entorno que lo rodea; de hecho puede enrollarse y cambiar de forma según el espesor
del fluido y los contornos del tubo que lo rodee mientras se mueve hacia su
objetivo. Además, está elaborado con nanocompuestos de hidrogel que contienen
partículas magnéticas, lo que implica que sus movimientos pueden guiarse desde
fuera con un controlador magnético.
“La naturaleza ha evolucionado una multitud de
micro-organismos que cambian de forma si cambian sus condiciones ambientales.
Este principio básico inspiró el diseño de nuestro micro robot”, ha afirmado el
investigador Bradley Nelson, cuyo equipo trabaja actualmente en mejorar la
habilidad de este micro robot para nadar a través de fluidos como los que se
encuentran en el interior del cuerpo humano.
Por otra parte, un equipo de la City University de Hong
Kong (China), ha desarrollado otro micro robot que se mueve como una oruga y
permite administrar fármacos directamente dentro del cuerpo.
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