(AZprensa) Es frecuente encontrar en España enfermera/os
con más de 15 pacientes hospitalizados a su cargo, con hasta 5 pacientes en
cuidados intensivos, con una población en Atención Primaria que supera sus
capacidades o en una residencia de personas mayores atendiendo a más de 100
residentes. Es evidente que en estas condiciones resulta muy complicado
garantizar una asistencia humanizada, segura y de calidad, pudiendo
desencadenarse consecuencias tanto en los pacientes como en la propia salud de
los profesionales.
Numerosos estudios demuestran que al disminuir el número
de pacientes que atiende cada enfermera/o se reducen sensiblemente los
reingresos y complicaciones hospitalarias y, en Atención Primaria, se ha
demostrado una mayor adherencia terapéutica y una menor incidencia de
complicaciones en procesos crónicos.
Desde el Sindicato de Enfermería (SATSE) se quejan de que
si –por ejemplo- en la Enseñanza está regulado un número máximo de alumnos por
docente, para garantizar la calidad, ¿por qué no se hace lo mismo en Enfermería?
Y es que no existe una regulación específica en este campo y cada centro sanitario hace esta asignación en base a
criterios que la mayor parte de las veces son económicos. Esto provoca además
una tremenda desigualdad no solo entre las diferentes Comunidades Autónomas
sino también entre los propios centros sanitarios de un mismo territorio.
Sirva como ejemplo cuál es la comparación de la situación
en España frente a otros países europeos, en donde la media es de 8,8
enfermera/os por cada 1.000 habitantes. La siguiente tabla no puede ser más
significativa:
País
|
Enfermeras x mil habitantes
|
Dinamarca
|
16,9
|
Finlandia
|
14,7
|
Alemania
|
13,3
|
Irlanda
|
11,9
|
Bélgica
|
11,1
|
Suecia
|
11,1
|
Francia
|
10,2
|
Lituania
|
7,7
|
Malta
|
7,5
|
Italia
|
6,5
|
Portugal
|
6,5
|
Croacia
|
5,8
|
España
|
5,3
|
Grecia
|
3,3
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario