martes, 26 de febrero de 2019

Hay que detectar la osteoporosis antes que se produzca una fractura


(AZprensa) La Densitometría Ósea (DXA) es la técnica más utilizada para medir la masa ósea y permite el diagnóstico de Osteoporosis. Destaca su amplia reproducibilidad, baja dosis de radiación y capacidad para medir la Densidad Mineral Ósea. La prueba no es agresiva y dura unos pocos minutos. Con la incorporación del Software TBS (Trabecular Bone Score) se podrá avanzar y obtener más información en relación con la calidad del hueso trabecular presente en la columna lumbar. Este tejido óseo (hueso trabecular) es el primero que se ve afectado por los cambios producidos por la osteoporosis. Es un tejido que se regenera rápido y que además es muy sensible. Esto le otorga capacidad predictiva y por eso es lo primero que se observa con el densitómetro. El nuevo software analiza la calidad de esta parte del hueso a través del análisis de la textura de las imágenes de la densitometría.

“El problema con la osteoporosis -explica el Dr. Jordi Rebull, responsable del área de Densitometría del grupo de centros médicos Creu Blanca- es que no se detecta hasta que se produce una fractura y entonces la enfermedad ya está avanzada”. El TBS puede ser de utilidad para evaluar el riesgo de fractura en la práctica clínica, junto a la densitometría ósea mejora la capacidad de predicción del riesgo de fractura y puede ser de utilidad en los casos de artrosis moderada o severa de la columna lumbar. “Nos puede permitir -añade el Dr.- detectar casos precoces de osteoporosis y empezar con el tratamiento que evite su empeoramiento”. Según la Fundación Internacional de la Osteoporosis, “identificar y tratar a los pacientes con riesgo de fractura, pero que todavía no la han sufrido, podría reducir significativamente en el largo plazo la incidencia de la osteoporosis. Reducir el riesgo de fractura un 8-12% puede reducir a 5 años vista la incidencia de la osteoporosis hasta un 34%”.

La osteoporosis es una enfermedad sistémica esquelética, caracterizada por una baja masa ósea y un deterioro de la microarquitectura del tejido óseo, que produce un aumento de la fragilidad ósea y, como consecuencia, un incremento del riesgo de fracturas. En España afecta a tres millones de personas, principalmente mujeres: cuatro de cada cinco casos, sobre todo en la menopausia, cuando se pierde más del 10% de masa ósea. De hecho, se calcula que una de cada tres mayores de 50 años la sufre, en tanto apenas uno de cada cinco casos sucede en los hombres. Es un proceso silente, pues a menudo no hay síntomas ni signos previos que alerten de su existencia hasta que se produce la fractura. Las fracturas más frecuentes son la de muñeca, vértebra y fémur.

La Osteoporosis es un proceso crónico prevalente en nuestra sociedad, un problema de salud pública y con una importante repercusión médica y económica. Se estima en 5.500 millones de euros el coste que supondrá el tratamiento de las roturas de cadera para España en 2030, según recoge un informe de la Fundación Internacional de la Osteoporosis. En 2017 el gasto para el tratamiento de las fracturas por osteoporosis en España ascendió a 4.200 millones de euros.

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