viernes, 15 de febrero de 2019

Tratar el párkinson es el reto más complejo de las enfermedades neurológicas


(AZprensa) “La enfermedad de Parkinson en una fase avanzada es altamente discapacitante y exige un gran esfuerzo por parte de familiares, personal sanitario y soporte social para intentar dar respuesta a las necesidades de estos pacientes. Además, para el neurólogo, el tratamiento de estos pacientes es un auténtico reto, probablemente es el más complejo de todas las enfermedades neurológicas, ya que debe adaptarse a cada paciente en particular”, según ha explicado la Dra. Sara Sánchez Valiente, neuróloga responsable de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Clínico Lozano Blesa, en el transcurso de la Jornada sobre enfermedad de Parkinson organizada por la Asociación Parkinson Aragón y el laboratorio AbbVie.

Se estima, según los expertos, que de las 160.000 personas afectadas por la enfermedad de Parkinson, una tercera parte de los pacientes reúnen criterios de enfermedad de Parkinson avanzada. En cuanto a cómo afecta la enfermedad en una fase avanzada, los expertos se refirieron a los síntomas motores, que son los más conocidos (lentitud de movimientos, temblor, rigidez e inestabilidad postural), pero también a la sintomatología no motora, que suele ser menos conocida (trastornos del sueño, estreñimiento, problemas visuales, respiratorios, urinarios, cognoscitivos y problemas psicológicos como depresión -entre el 25 y el 70% de los afectados la manifiestan-, apatía, ansiedad o irritabilidad), así como a la importancia de su identificación para una buena preparación de la visita al neurólogo. Además, a medida que avanza la enfermedad, estos síntomas dificultan cada vez más la calidad de vida de las personas con párkinson, sus familias y cuidadores, lo que la convierten en una patología muy compleja.

Para mantener un mejor control de los síntomas, las personas afectadas por esta enfermedad necesitan, además de un tratamiento farmacológico, unas terapias rehabilitadoras específicas como logopedia, fisioterapia, musicoterapia, natación terapéutica, que se van adaptando a sus necesidades en función de la progresión de la enfermedad.

Por todo ello, “el enfermo de párkinson como enfermo crónico, debe cambiar el concepto de paciente pasivo a paciente activo y/o experto. Como principal responsable de su salud, decide cuidarse y desarrollar sus potencialidades para una mejor adaptación a la enfermedad. Tanto el enfermo como sus cuidadores si están formados viven y enseñan a otros a vivir mejor la enfermedad”, resaltó Magdalena Crespo Biel, trabajadora social de la Asociación Parkinson Aragón.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me ha parecido muy interesante.y quisiera saber cómo atender a un enfermo de parquison avanzado

Vicente Fisac dijo...

Puedes informarte en la Federación de Asociaciones de pacientes con Parkinson: http://www.esparkinson.es/asociaciones/