(AZprensa) Aunque el titular de esta noticia suene a broma, hay que aclarar que –aunque con matices- es verdad; porque no nos referimos a los osos (mamíferos omnívoros de gran tamaño) sino a los “osos de agua” o por su nombre científico: “tardígrados”.
Se trata de unos invertebrados que llegan a medir medio milímetro y que en el año 2007 viajaron al espacio a bordo de la nave rusa Foton M3 y demostraron que eran capaces de sobrevivir en las más duras condiciones. Pero de ahí a viajar a la Luna… pues eso es lo que ha hecho un millonario israelí que en abril de este año envió una nave con un cargamento de osos de agua que se incluyeron como polizones en dicha nave; y decimos “polizones” porque resulta que la nave se estrelló al alunizar y no ha sido hasta este mes de agosto cuando se ha sabido que viajaban a bordo de dicha nave. La pregunta es: ¿habrán sobrevivido convirtiéndose en los primeros seres vivos que colonizan la Luna?
La respuesta es que “tal vez sí” sobre todo si analizamos las características de estos peculiares animalitos que están reconocidos como “los seres vivos conocidos más resistentes”. Para empezar, hay más de mil especies diferentes y se les puede encontrar en cualquier rincón de nuestro planeta. Cada individuo está formados por entre 1.000 y 40.000 células, viven en el agua y succionan los líquidos vegetales o animales. Como otra de sus rarezas, señalar que no tienen aparato circulatorio ni respiratorio, aunque sí aparato nervioso, excretor y reproductor, siendo ovíparos.
Pero lo que les hace verdaderamente especiales es que son capaces de sobrevivir no solo en al agua sino también en el aire e incluso en el espacio; aguantan temperaturas que van desde los -200ºC hasta los +150ºC; aguantan presiones de hasta 6.000 atmósferas; aguantan la radiación ionizante hasta 100 veces más que cualquier otro ser vivo; son capaces de vivir hasta 10 años sin agua; y son capaces de volver a la vida después de 30 años congelados (aunque se cree que igualmente volverían a la vida tras periodos superiores a esa cifra).
Por todo ello es posible que hayan sobrevivido cuando el robot Beresheet se estrelló en verano del 2019 en la superficie lunar y estén allí esperando, quién sabe, alguna oportunidad para desarrollarse. En cualquier caso han sido los primeros seres vivos en colonizar la Luna y ese honor no se lo puede quitar nadie.
En cuanto a esa posibilidad de “resucitar” tras una larga hibernación, como han demostrado los osos de agua, cabe recordar que no son los únicos. Unos nematodos llamados Caenorhabditis elegans, encontrados a 3,5 metros de profundidad en el permafrost de Siberia, revivieron al ponerlos a una temperatura de 20ºC después de haber estado congelados… 42.000 años!
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