(AZprensa) Mi regreso al sector farmacéutico, después de
10 años en el sector agroquímico, coincidió con la escisión en dos del
todopoderoso grupo químico internacional ICI y con el nacimiento del nuevo
grupo de biociencia Zéneca, que agrupaba a las divisiones de productos
farmacéuticos, agroquímicos y ciertas especialidades químicas de alto valor
añadido. Así, pues, el mismo día que me cambié a ICI-Farma esta compañía pasó a
llamarse Zéneca Farma y mi primer paso fue preparar un folleto con aspecto de
periódico para que los Visitadores Médicos lo entregasen a todos los médicos,
anunciándoles así el cambio de nombre y las características de la nueva
organización.
En Zéneca
Farma me centré en lo que siempre me había gustado más: escribir. Y para ello
debía buscar información entre las numerosas fuentes de que disponía. Pero
antes de continuar con esta historia será bueno que revisemos ese binomio que
parece irreconciliable: Publicidad – Información periodística. Ambas son
diferentes pero también tienen mucho en común, y lo que se cuenta en este libro
nos va a demostrar cómo ambas no son irreconciliables y cómo pueden potenciarse
e incluso tomar de la otra ciertos aspectos para lograr sus objetivos.
La Publicidad busca vender, eso está claro. El Periodismo
busca… vender ¡sí, vender, también! Sólo que en este último caso no busca
vender productos sino atraer muchos lectores (audiencia) porque a mayor
audiencia, mayor número de anunciantes y mayores ingresos. Los medios de
comunicación viven de la publicidad, y la publicidad se guía por la audiencia.
Cuanta mayor audiencia tenga un medio, mayores serán las posibilidades para
atraer anunciantes y mayor precio podrá poner a sus espacios publicitarios. Los
periodistas son, a fin de cuentas, vendedores cuya misión es informar de tal
forma que capten lectores… y hemos quedado en que la Publicidad trata de
conseguir clientes que compren sus productos. Vemos, pues, como ambas no son
tan distintas.
La creatividad, que en Publicidad es esencial, en
Periodismo también lo es, porque las noticias, los reportajes, deben plantearse
de tal forma que llamen la atención de los lectores y consigan su fidelización.
La cabecera de un anuncio en presa, lo que se llama “headline” tiene su
equivalente en el titular de la noticia, ambas frases deben llamar la atención
para que el lector no pase de largo, se fije en la noticia o el anuncio, y lea
el resto. Muchos de los conceptos que se enseñan en Publicidad son
perfectamente aplicables en Periodismo y yo supe sacar partido de eso.
En los próximos días descubriré cómo se desarrolló esa
experiencia en Publicidad y cómo de la misma pude pasar al Periodismo, en este
caso, al Periodismo de empresa. Después seguiré contando cómo fueron esos
primeros balbuceos en el mundo de las webs y cómo conseguí hacer periodismo
auténtico a pesar de trabajar para una empresa comercial primero y una
organización profesional después…
“El legado farmacéutico de Alfred Nobel”:
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