viernes, 9 de junio de 2023

El absurdo Decálogo de los dentistas (1)

(AZprensa) Hoy comentaremos el primer punto del “Decálogo de los pacientes que van al dentista” y que ha sido elaborado por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA).
 
Punto 1 del Decálogo.- Dignidad
“Todos los pacientes tienen derecho a ser tratados con dignidad y respeto. Esto significa que, independientemente de su edad, género, raza, origen étnico, religión, orientación sexual o cualquier otra característica, tiene derecho a ser tratado con igualdad y sin discriminación. El equipo odontológico debe siempre respetar sus preferencias personales, así como sus decisiones acerca de su atención”.
 
Comentario:
 
1.- El que todos los pacientes tengan que ser tratados con “dignidad y respeto” no es algo propio de los pacientes que van al dentista, sino de todos los seres humanos vayan a donde vayan. Mal andamos cuando hay que andar pidiendo que se trate a los pacientes “con dignidad y respeto”, prueba de que algo se está haciendo mal, porque si ya se hiciese, si fuese norma general, no habría que incluirlo en un Decálogo.
 
2.- Añade que no hay que tener en cuenta la raza, ni la religión, ni… (parece redactado por el Ministerio de Igualdad). Pero vamos a ver, alma de cántaro, ¿es que si un negro va al dentista lo están tratando peor? Mal vamos si eso es cierto, y si no lo es ¿a cuento de qué lo ponen en un Decálogo? ¿Y la religión? ¿Desde cuándo te preguntan en la consulta del dentista de qué religión eres? Y si no te lo preguntan ¿para qué ponerlo en el Decálogo? Como no podía faltar, también incluyen lo de la “orientación sexual”. Pero bueno, ¿desde cuándo preguntan en el dentista de qué género eres hoy (ya se sabe que con la nueva Ley de identidad de género puedes cambiar de género todas las veces que quieras). Para que te atienda un dentista da igual de qué género seas… salvo que seas del “género tonto” (que más de uno hay no sólo entre pacientes, sino también entre odontólogos y entre el Gobierno).
 
3.- Y dice también que hay que respetar la decisión del paciente sobre lo que el odontólogo le diga que hay que hacer. ¡Vamos, hombre, sólo falta que el dentista te haga lo que le dé la gana sin consultarte siquiera tu opinión! El dentista debe informar de lo que en su opinión se debe hacer y el paciente es el que tiene la potestad de decidir si quiere hacerse eso o no, o si quiere una alternativa u otra.
 
En fin, son cosas tan elementales, que no tiene sentido ponerlas en un Decálogo. Esto es como si se hace un decálogo para vivir y se dice que el paciente tiene que “respirar”. ¡Pues claro, si no respiras te mueres!
 
Pero de tanta tontería y postureo como contiene este primer punto del Decálogo, se les ha olvidado añadir un par de palabras (se ve que no les interesan). Cuando hablan de no hacer distinciones en función de raza, sexo, etc. se les ha olvidado añadir: “y de situación económica”. Y no lo han puesto porque ahí sí que hacen una clara discriminación: Si no tienes dinero, mejor no vayas al dentista; y si no tienes un sueldo, mejor no vayas porque no te concederán el crédito para pagarlo a plazos.
 
Como ves, mucha dignidad, mucha igualdad, mucho bla, bla, bla, pero al final, si no tienes dinero para pagar todo lo que te vayan a hacer (que ya procurarán que haya que hacerte muchas cosas), pues nada de nada.
 
¡Hala, ya está bien por hoy! Mañana analizaremos el punto 2 de este Decálogo…
 

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