Un elogio de la síntesis

(AZprensa) Hay que saber contar las cosas sin enrollarse, pero adquirir esa capacidad de síntesis no es tan fácil sino que requiere de una buena base y mucha práctica. En el caso que se nos muestra en el libro “Elogio de la síntesis”, esa buena base la dieron los estudios de la carrera de Publicidad. ¿Hay algo que necesite más capacidad de síntesis que la Publicidad? En 20 segundos que dura un spot de televisión hay que contar una historia y no sólo eso, hay que saber captar la atención de la audiencia, hay que empatizar con el cliente, hay que persuadirle para que compre eso que se anuncia. Todo en 20 segundos. Si nos vamos a la radio sucede lo mismo, el espacio radiofónico también es caro y hay que saber aprovechar al máximo los segundos que pagamos. Y en los medios impresos, la superficie que pagamos debe ser aprovechada al máximo para captar la atención, trasladar el mensaje, lograr la complicidad del posible comprador y hacerlo cliente, y eso con imágenes estáticas y con palabras impresas, lo que lo hace casi más difícil todavía.
 
Pero después de una buena base como son los estudios de publicidad hace falta mucha práctica para desarrollar esa capacidad de síntesis a la hora de contar las cosas, y el ejercicio –primero- de la profesión de publicitario, y el ejercicio –después- del periodismo, pueden dar como resultado unos artículos periodísticos en donde se llama la atención desde el principio (como en la Publicidad) y se dan todos los detalles importantes, explicados correctamente (como en el Periodismo). El resultado son unos artículos periodísticos que trasladan información al lector, pero envuelta en ese halo de sorpresa y emoción característico de la publicidad.
 
Eso es el libro “Elogio de la síntesis”, una selección de 122 artículos con los que disfrutará el lector al que se trasladará una información clara, concisa y atractiva. Hoy día no tenemos tiempo de leer, por eso, una selección de artículos como la que ofrece este libro, nos permite rellenar esos espacios muertos del transporte o aquellos otros cortos momentos en que no sabemos qué hacer, en un marco perfecto para cultivar nuestro intelecto con la lectura.
 
No vas a encontrar en este libro un periodismo ortodoxo, ni “políticamente correcto”, sino un periodismo hecho para captar la atención y el interés del lector desde el primer momento y, antes de que se dé cuenta, haberle transmitido en segundos toda la información necesaria, dejando incluso tiempo para que el lector pueda reflexionar y sacar sus propias conclusiones.
 

Un ejemplo de cómo se pueden contar las cosas de forma atractiva y sin enrollarse…
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