miércoles, 14 de junio de 2023

El absurdo Decálogo de los dentistas (6)

(AZprensa) Hoy comentaremos el sexto punto del “Decálogo de los pacientes que van al dentista” y que ha sido elaborado por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA).
 
Punto 6 del Decálogo.- Consentimiento:
“Una vez recibida una información suficiente, veraz y razonable acerca del diagnóstico y alternativas de tratamiento, el paciente tiene derecho a tomarse un tiempo para decidir cómo quiere proceder. El derecho al consentimiento significa que puede decidir si desea proceder con un tratamiento recomendado después de haber recibido asesoramiento. El dentista debe obtener el consentimiento antes de proceder con cualquier tratamiento.
El consentimiento informado será, en general, verbal; en caso de intervenciones quirúrgicas o actos invasivos, se debe proporcionar además un documento escrito de consentimiento. Éste deberá entregarse con el tiempo suficiente para que pueda leerlo, evaluarlo y aceptarlo o no. Esta es la razón por la cual el consentimiento informado no se puede entregar en el mismo momento en el que se va a realizar la intervención”.
 
Comentario:

El “Consentimiento” viene a decir, ni más ni menos, que el paciente es dueño de cuerpo y tiene la potestad de decidir si quiere que le hagan cualquier intervención o no. Que yo sepa, esto no es ninguna novedad sino algo plenamente asumido por la sociedad; hasta a las mujeres se les reconoce el derecho a su cuerpo para abortar y eliminar cualquier cuerpo extraño que lleven dentro y eso que esos cuerpos tienen vida. Por lo tanto este punto no nos dice nada nuevo ni nada que sea exclusivo de los dentistas.
 
Luego, sin embargo, comienzan a curarse en salud por si algo sale mal para que no vayas luego a demandarlos judicialmente. Por eso dicen que si la intervención que te proponen tiene algún riesgo, te darán un papel para que lo firmes reconociendo que sabes los riesgos y que si algo sale mal no los llevarás a juicio. Eso sí, las explicaciones son verbales (de eso no queda constancia) pero los riesgos que asumes sí que quedan por escrito; es decir, lo que a ti te interesa (todos los detalles acerca de la intervención, de las alternativas, etc.) queda en el aire (explicación verbal) mientras que lo que a ellos les interesa (que si la cosa sale mal no se les puede exigir a ellos ninguna responsabilidad) eso queda por escrito.
 
A pesar de todo esto, lo que vemos con frecuencia es que ese consentimiento informado ya no se entrega en papel sino que se muestra en una Tablet que el paciente tiene que leer (si es que quiere) allí mismo y acto seguido firmar en dicha Tablet. Este punto 6 no se lleva a cabo en la práctica diaria tal como se recoge en este Decálogo.
 

Así eran la Medicina y la Farmacia hace un siglo…
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