Aunque parezca mentira, algunos colorantes utilizados en las
cápsulas de los medicamentos pueden causar reacciones alérgicas en algunos
pacientes. Esto ya lo alertó la Organización Mundial de la Salud (OMS) nada
menos que en 1980 y es algo que los grandes laboratorios (los que no venden sus
productos a precio de saldo) se han tomado muy en serio.
Hablando, pues, de antialérgicos, cuando yo lancé Mircol
(mequitazina), un antihistamínico que se sigue vendiendo con éxito hoy en día a
pesar del tiempo transcurrido (lo que prueba su eficacia), destaqué en su promoción
a los médicos que:
Siguiendo las recomendaciones de la OMS, las cápsulas de
Mircol no contienen ningún colorante sensibilizante, algo de especial
importancia tal como señaló hace ya muchos años el Dr. Aldrige (“Dyes and
preservatives in oral antihistamines”, British Journal of Dermatology, 1980,
102, 545) cuando dijo: “Algunos de los antihistamínicos utilizados en el
tratamiento de la urticaria contienen colorantes en los que se ha detectado su
capacidad para exacerbar la sintomatología”...
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