jueves, 16 de mayo de 2013

Valoración del efecto sedante


(Diario El Inefable) Dentro de los análisis y comentarios que el informativo digital "Diario El Inefable” (antes “AZprensa, el blog”) está realizando sobre la publicidad médica, ofrecemos en esta ocasión el relativo a un folleto sobre el antihistamínico Mircol (mequitazina):

Las neuronas histaminérgicas cerebrales están implicadas en el control del estado de vigilancia y si el antihistamínico Mircol no produce el efecto sedante habitual en muchos antialérgicos es porque, a diferencia de estos últimos, Mircol alcanza muy difícilmente a los receptores histaminérgicos H1 del cerebro..

En la mayor parte de los casos (administración de diversos antihistamínicos clásicos) se puede constatar una ocupación de los receptores H1 del cortex cerebral de más del 50%, sin embargo Mircol, al no atravesar la barrera hematoencefálica, constituye una excepción.

Una de las pruebas realizadas para valorar el efecto sedante de diversas sustancias farmacológicas, tales como los antihistamínicos, es la de medir el porcentaje de Mepyramina tritiada fijada a receptores H1 cerebrales después de la administración de diversas sustancias, tras haber hecho lo mimo tras la administración de un placebo.

En el caso concreto de Mircol (mequitazina) se comparó con otros antihistamínicos y así se vio, por ejemplo, que tras la administración de dexclorfeniramina sólo había un 31% de Mepyramina tritiada fijada a los receptores cerebrales; esto significaba que el 69% ya había sido alcanzado por la dexclorfeniramina. Porcentajes similares se obtenían tras la administración de bromfeniramina, cinnarizina, ciproheptadina o difenhidramina; en cambio, tras la administración de Mircol, el 100% de la Mepyramina tritiada se había fijado a los receptores cerebrales, prueba inequívoca de que estos no habían sido ocupados por este antialérgico.

Esta prueba también se realizó con otras sustancias de acciones distintas pero de la misma familia clínica, tales como la prometazina y la levomepromazina. El resultado fue que los porcentajes de fijación fueron similares a los de otros antihistamínicos clásicos, lo que demostraba a su vez la fiabilidad del método utilizado.

Por si aún quedaba alguien que pensase que todos los antihistamínicos son iguales (tal como planteaba en la portada de este folleto para la presentación de Mircol a los médicos), estos datos venían a corroborar las singulares características de la mequitazina...

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