A lo largo de mi trayectoria profesional he trabajado en
grandes laboratorios internacionales, tales como AstraZéneca (que llegó a ser
el tercer laboratorio más importante del mundo), Bristol Myers Squibb y
Latino-Syntex. Sin embargo también pasé una parte de mi trayectoria profesional
en un laboratorio pequeño que, no obstante, tenía productos líderes: la
Sociedad Ibérica de Estudios Terapéuticos Aplicados, comúnmente reconocida por
sus siglas “SIDETA”. Este laboratorio pertenecía al grupo químico francés
Pechiney que, en 1971 se unió a Ugine Kuhlmann, convirtiéndose en Pechiney
Ugine Kuhlmann (PUK) y, aunque tenía presencia en numerosos países, su volumen
de facturación en el área farmacéutica era pequeño. Su catálogo de productos no
era muy amplio pero, eso sí, muchos de sus productos eran líderes de sus
respectivos grupos terapéuticos. Por consiguiente se conocían más sus productos
que el propio laboratorio que los comercializaba. Yo mismo constaté la
diferencia entre lanzar un nuevo producto desde un gran laboratorio y hacerlo
desde uno pequeño. En el primer caso disponía de grandes recursos económicos
así como de un amplio plantel de médicos fieles a quienes, con sólo decirles el
visitador médico “vengo a presentarle este nuevo producto”, se obtenía de
inmediato un notable nivel de ventas. Por el contrario, en el segundo caso, el
presupuesto de promoción era mucho más reducido, los médicos no recibían tantas
atenciones como las que recibían de laboratorios grandes y, en consecuencia, no
se sentían tan obligados a recetar lo que ese pequeño laboratorio les
presentaba aun cuando tuviese pinta de ser un gran producto.
En el caso de Sideta sí que eran la mayoría muy buenos
productos y por eso se mantuvo de forma competitiva durante muchos años hasta
que finalmente fue adquirido, primero por Rhone Poulenc Rorer, y finalmente sus
productos se fueron vendiendo a otros laboratorios quedando dispersados por el
mercado con desigual fortuna ya que, mientras algunos todavía siguen
recetándose y vendiéndose bien en las farmacias, otros acabaron desapareciendo
al faltarles el presupuesto necesario para la promoción que asegurase su
promoción a los médicos y, en definitiva, la generación continua de recetas.
Durante los próximos post iré presentando y comentando
muchos de esos productos así como diversas curiosidades y datos poco conocidos
en torno a los mismos...
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