Son muchos los medicamentos que se administran en dos tomas,
con lo cual el médico suele recomendar que el paciente los tome “en el desayuno
y en la cena” puesto que, en general, tomar un medicamento con algo de alimento
en el estómago mejora la tolerancia digestiva. En general esto suele ser
correcto, aun cuando lo normal es desayunar sobre las siete o las ocho de la
mañana y cenar sobre las nueve o diez de la noche. Esto significa que el
intervalo habitual entre desayuno y cena no es de 12 horas sino que puede
llegar hasta las 15 horas, lo que a su vez acorta el intervalo entre la toma
nocturna y la del despertar siguiente pudiendo dejarlo en nueve horas en vez de
las 12 recomendadas. Para la mayoría de los productos no suele tener excesiva importancia
esta alteración, pero para otros productos sí. Ese es el caso del
antihistamínico “Mircol” (mequitazina).
Mircol es un antihistamínico, indicado en todo tipo de
procesos alérgicos, que se debe administrar cada 12 horas y, por consiguiente,
el médico no debe caer en el error de recomendarlo “en el desayuno y en la
cena”. En primer lugar porque su tolerancia digestiva es perfecta se tome o no
junto a los alimentos; pero sobre todo porque cada cápsula de “Mircol” mantiene
al paciente protegido de reacciones alérgicas durante 12 horas, no mucho más.
Puede haber, en efecto, un margen de 10, 15 o incluso 30 minutos en que no se
verá afectada la protección que ejerce este fármaco pero, desde luego, si en
vez de cada 12 horas se toma cada 14 o cada 15 horas, el paciente notará cómo
vuelven a resurgir los síntomas alérgicos.
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