martes, 7 de mayo de 2013

Exportaciones para "lelos"


Como ampliación del post de ayer, me gustaría añadir esto:

Algunos mayoristas compran ciertos productos (de gran venta y precio alto en otros países pero con precio muy bajo aquí) a los laboratorios en España para luego revenderlos a otros países a un precio más bajo que el que pagan los mayoristas allí. Así, gana el mayorista de aquí, gana el mayorista de allí, y pierde el laboratorio que ve cómo, por ejemplo, en vez de comprarle sus productos en Inglaterra para venderlo allí los compran en España para venderlos allí. Pero además, en ese trasiego del producto, al que hay que cambiar estuche y prospecto, manipular, transportar, conservar, etc. ¿quién asume las garantías de todo ese proceso? Nadie. Si luego algo sale mal la culpa será del laboratorio que lo fabricó.

Ante estas prácticas, los laboratorios españoles sirven a los mayoristas menos de lo que estos les piden para dificultarles así el que estos puedan exportar. Y los mayoristas cada vez piden más para que así, aunque les sirvan menos de lo pedido tendrán suficiente para exportar.

¿La consecuencias? Con cierta frecuencia se produce desabastecimiento en las farmacias ya que el mayorista no sirve a la farmacia lo que esta le ha pedido. El mayorista se justifica diciendo que el laboratorio no le ha servido lo que él ha pedido, pero no dice nada sobre las cantidades de ese medicamento que está vendiendo fuera porque así consigue mayor margen de beneficio. El laboratorio dice que sirve todo lo que buenamente puede fabricar para no explicar la verdadera razón: que no quiere que sus productos se destinen a la exportación sino que se utilicen para abastecer al mercado nacional. ¿Y el Gobierno? (Me refiero a “los” Gobiernos, o sea, todos) Pues el Gobierno mira para otro lado; le importan un pimiento el paciente, le traen sin cuidado los tejemanejes que hagan los mayoristas, al laboratorio ni lo mira ya que este siempre se muestra sumiso, y lo único que le preocupa es ahorrar para que le cuadren las cuentas aunque mande a su Sanidad pase a ser de segunda categoría.

Así que en esto de las “exportaciones paralelas” hay muchos “lelos”: los primeros, los ciudadanos, a quienes solo recetarán productos genéricos (de aquellos principios activos que tengan genéricos) y escatimarán la receta de aquellos medicamentos que aún no tengan ningún genérico en el mercado; y los segundo “lelos” de la historia serán, como siempre, los pringaos de los laboratorios que aceptan humillación tras humillación y puñalada tras puñalada, sin rechistar, porque les han adjudicado el papel de “malo dela película” y no se atreven a contradecir al poder en temor a las represalias que puedan ejercer sobre él...

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