viernes, 17 de mayo de 2013

Cuando pica la alergia


Durante largo tiempo la actividad antipruriginosa de los antihistamínicos habituales ha estado atribuida a sus efectos sedantes, de ahí que alguien pudiese dudar de la eficacia de Mircol en las urticarias, toda vez que se insistía en su ausencia de producción de somnolencia, esto es, ausencia de efecto sedante.

Sin embargo, con Mircol (mequitazina) se ha constatado que existe esta actividad antipruriginosa sin modificación de la vigilancia. De esto se deriva la demostración de una actividad más selectiva de la mequitazina sobre los pruritos relacionados con la liberación de mediadores de origen inmunitario o extra-inmunitario. Y por si todo esto fuera poco, la mequitazina actúa igualmente sobre otros mediadores de la alergia, tales como la acetilcolina.

Por todo ello, si la urticaria es una reacción alérgica y Mircol actúa de forma específica sobre los receptores H1 tanto de las mucosas respiratorias como de la piel, está claro que en el “campo” de las alergias de la piel (tal como simbolizaba la portada de este díptico para su presentación a los médicos) este debe ser un tratamiento de primera elección.

La imagen de una valla publicitaria de Mircol sobre un terreno que no es otro que la piel –en este caso de una modelo- llama la atención sobre la utilidad de utilizar Mircol no sólo en las alergias respiratorias sino también en las dermatosis pruriginosas alérgicas, tales como dermatitis agudas, urticarias, eczemas, prurito esencial, etc...

1 comentario:

Ana dijo...

En las urticarias tendría una ventaja sobre el atarax(hidroxizina) ya que este último produce mucha somnolencia.