(AZprensa) Del 24 al 30 de abril se van a organizar
diversas actividades a nivel de divulgación científica con motivo de la Semana
Mundial de la Vacunación que, este año lleva el lema “Protegidos
colectivamente: las vacunas funcionan”. En este marco, la Sociedad Española de
Epidemiología (SEE) desmonta las argumentaciones de los conocidos como “antivacunas”
y desmiente los mitos más frecuentes.
Las vacunas son un instrumento esencial para prevenir
enfermedades infecciosas y evitan cada año 2,5 millones de muertes en el mundo.
Además, los eventuales efectos adversos son claramente inferiores a los
beneficios individuales y colectivos que se derivan de los programas de
vacunaciones.
Para desmentir esas falsas creencias, esta sociedad
científica destaca que las vacunas:
Las vacunas contra la tos ferina de células enteras NO
causan daño cerebral permanente.
No hay evidencia de que las vacunas causen síndrome de
muerte súbita en el lactante.
Los recién nacidos pueden desarrollar una respuesta
inmunitaria adecuada a las vacunas.
Las vacunas NO sobrecargan el sistema inmunitario de los
niños.
Las vacunas NO debilitan el sistema inmunitario.
Las vacunas NO causan enfermedades autoinmunes.
Las vacunas NO causan alergias y asma.
La vacuna contra el sarampión, la rubéola y la
parotiditis (SRP) NO causa autismo.
El tiomersal NO causa autismo.
El formaldehído NO es perjudicial.
El aluminio de las vacunas NO es perjudicial.
Las vacunas NO causan cáncer.
Y para todos aquellos que aún dudan de su eficacia y
recelan de su seguridad, en el siguiente artículo se exponen de una forma
completa y documentada las explicaciones a cada uno de los bulos que se
atribuyen a las vacunas:
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