(AZprensa) Los datos del ministerio de Sanidad son demoledores: en
el año 2016 fallecieron más de 22.000 personas por culpa del tabaco y más de
100.000 por causas relacionadas con él. Los datos exactos del último informe
del ministerio son los siguientes: 102.015 muertes relacionadas con el tabaco
(casi la cuarta parte de las muertes totales registradas) y 22.187 muertes
atribuibles directamente al tabaco, al tratarse de muertes por cáncer de pulmón
que en más del 90 por ciento de los casos se produce por culpa del tabaco.
Históricamente, la tardía incorporación de la mujer al
tabaquismo empieza ya a dejar su huella. En la última década se ha duplicado el
número de mujeres fallecidas por causas directamente relacionadas con el
tabaco. En cuanto a la tasa de mortalidad ajustada a edad, atribuible al
tabaco, ha crecido un 68,9 por ciento en los últimos 15 años entre las mujeres,
mientras que ha descendido un 21,5 por ciento entre los hombres.
Las medidas implantadas para prohibir el uso del tabaco
en espacios cerrados ha sido bien aceptado por la mayoría, e incluso un 72,9
por ciento vería con buenos ojos ampliar esa restricción a otros espacios como,
por ejemplo, los coches particulares si dentro viajan niños e incluso el 64,6
por ciento ampliaría esa restricción a cualquier otro pasajero. En definitiva:
el que quiera fumar que no obligue a respirar el humo a quien tenga al lado y
mucho menos si es un niño.
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