(AZprensa) Los cambios hormonales en las mujeres afectan
a su salud bucodental. El aumento de las hormonas femeninas (estrógeno y
progesterona) provoca un mayor flujo de sangre en las encías, las hace más
sensibles y favorece una “sobrerreacción”, que produce una mayor irritabilidad.
Además, cuando los niveles hormonales son altos, las mujeres son más sensibles
a la presencia de placa y bacterias alrededor de las encías.
Si las encías se hinchan, sangran, aparecen llagas
bucales o las glándulas salivares se inflaman, es posible que las hormonas
tengan la culpa. Estos síntomas deberían desaparecer cuando finaliza el
periodo. Si no es así, el incremento de sangrado de las encías es señal de otra
cosa.
Durante el embarazo, las hormonas femeninas están
hiperactivas. A menudo, algunas mujeres desarrollan gingivitis del embarazo,
una forma moderada de enfermedad de las encías que hace que sus encías
enrojezcan, duelan y estén delicadas. Esta situación es más común entre el
segundo y el octavo mes de embarazo.
Cuando una mujer quiere quedarse embarazada, se
recomienda visitar al dentista para realizarse un chequeo y tratar
preventivamente cualquier problema. Durante el embarazo, sus dientes y encías
necesitan de una atención especial, por lo tanto, deben cepillarse regularmente
y utilizar el hilo dental, comer una dieta equilibrada y visitar a su dentista
regularmente para reducir los problemas dentales que acompañan al embarazo.
Según el doctor maxilofacial Xavier Rodríguez Ciurana y
la endocrinóloga Ana Molina Lacasa, colaboradores de Compromiso y Seguridad
Dental, “la periodontitis, es decir la infección y sangrado de las encías,
podría ser un factor de riesgo para el embarazo. Esta enfermedad se asocia con
el parto prematuro y el bajo peso del bebé al nacer”. Al parecer, la
periodontitis estaría asociada a la liberación de unos mediadores celulares
llamados prostaglandinas, responsables de las contracciones del parto. Así lo
recoge el libro “Salud bucal en la mujer. Prevención a lo largo de la vida”,
editado por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración.
La menopausia supone un cambio enorme para la vida de una
mujer y para su boca, incluyendo la alteración del gusto, sensaciones de ardor
en la boca y una mayor sensibilidad. Lo que se come puede marcar la diferencia
cuando se trata de la sequedad de boca. En estas situaciones se recomienda evitar
alimentos salados, picantes, pegajosos y azucarados, así como alimentos secos
que sean difíciles de masticar.
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