(AZprensa) Es costumbre en algunas empresas hacer un
reconocimiento médico anual a sus empleados, lo cual resulta de utilidad tanto
para los empleados (que de este modo conocen su estado de salud) como para la
empresa (que puede detectar a tiempo cualquier problema de salud de sus
empleados antes de que vaya a más y desemboque en baja laboral).
Pero en el ámbito de la salud, y dentro del paquete de
beneficio sociales que ofrecen las compañías, hay algunas que ofrecen también
un seguro de vida que, en algunos casos, puede llegar a cubrir el importe de
cinco anualidades completas, así como un seguro de accidentes que cubre no sólo
los accidentes en el horario laboral sino también fuera de él. Es importante
también –a nivel de motivación- que ese
reconocimiento se haga dentro del horario laboral.
Y algunas compañías, también pueden llegar a ofrecer a
sus empleados un seguro médico contratado con alguna aseguradora privada.
Normalmente, si el asegurado quiere añadir al resto de miembros de su unidad
familiar, puede hacerlo en condiciones ventajosas, y si no, pues simplemente
sabe que él está cubierto y no tiene que pagar nada por ello.
De esta forma, la salud de los empleados está asegurada
sin que ello represente ningún coste para los empleados. Este tipo de
beneficios sociales suelen ser habituales en la industria farmacéutica, al
menos en los laboratorios más importantes como tuve ocasión de comprobar cuando trabajé en AstraZéneca, tal como viene documentado en el libro "El legado farmacéutico de Alfred Nobel" (Amazon). Sin embargo en otros sectores es más
raro encontrar esos beneficios sociales e incluso en algunos casos como en el
Consejo General de Colegios de Médicos hacen honor a ese refrán que dice "en
casa del herrero cuchillo de palo” ya que allí ni se hace reconocimiento médico
anual a los empleados ni se les paga un seguro de vida y accidente ni mucho
menos se les paga todos los meses la cuota de un sociedad médica.
Fuente: “El legado farmacéutico de Alfred Nobel”, de Vicente Fisac. Disponible en Amazon en ediciones digital e impresa.
Fuente: “El legado farmacéutico de Alfred Nobel”, de Vicente Fisac. Disponible en Amazon en ediciones digital e impresa.
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