viernes, 1 de enero de 2021

Cuidar la salud de los empleados es algo que deberían hacer todas las empresas

(AZprensa) Es costumbre en algunas empresas hacer un reconocimiento médico anual a sus empleados, lo cual resulta de utilidad tanto para los empleados (que de este modo conocen su estado de salud) como para la empresa (que puede detectar a tiempo cualquier problema de salud de sus empleados antes de que vaya a más y desemboque en baja laboral).
 
Pero en el ámbito de la salud, y dentro del paquete de beneficio sociales que ofrecen las compañías, hay algunas que ofrecen también un seguro de vida que, en algunos casos, puede llegar a cubrir el importe de cinco anualidades completas, así como un seguro de accidentes que cubre no sólo los accidentes en el horario laboral sino también fuera de él. Es importante también –a nivel de  motivación- que ese reconocimiento se haga dentro del horario laboral.
 
Y algunas compañías, también pueden llegar a ofrecer a sus empleados un seguro médico contratado con alguna aseguradora privada. Normalmente, si el asegurado quiere añadir al resto de miembros de su unidad familiar, puede hacerlo en condiciones ventajosas, y si no, pues simplemente sabe que él está cubierto y no tiene que pagar nada por ello.
 
De esta forma, la salud de los empleados está asegurada sin que ello represente ningún coste para los empleados. Este tipo de beneficios sociales suelen ser habituales en la industria farmacéutica, al menos en los laboratorios más importantes como tuve ocasión de comprobar cuando trabajé en AstraZéneca, tal como viene documentado en el libro "El legado farmacéutico de Alfred Nobel" (Amazon). Sin embargo en otros sectores es más raro encontrar esos beneficios sociales e incluso en algunos casos como en el Consejo General de Colegios de Médicos hacen honor a ese refrán que dice "en casa del herrero cuchillo de palo” ya que allí ni se hace reconocimiento médico anual a los empleados ni se les paga un seguro de vida y accidente ni mucho menos se les paga todos los meses la cuota de un sociedad médica.
 

Fuente: “El legado farmacéutico de Alfred Nobel”, de Vicente Fisac. Disponible en Amazon en ediciones digital e impresa.

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