(AZprensa) Para las campañas de Publicidad Exterior
contactaba directamente con las empresas para elegir personalmente los mejores
emplazamientos. Y aquí conviene destacar un hecho fundamental: Si quieres ir al
teatro habrás comprobado al ir a sacar entradas que las mejores butacas siempre
suelen estar cogidas… salvo que tú seas de los primeros que acude a reservarlas
nada más ponerse a la venta. Pues eso es lo que yo hacía: Planificar las cosas
con mucho tiempo de antelación, de tal forma que mantenía mis reuniones con
estas empresas varios meses antes de la campaña, cuando aún ninguna Agencia ni
cliente había reservado nada. En el mundo de la Publicidad (bueno, y en España
en todos los sectores porque aquí la improvisación es norma general), la
previsión brilla por su ausencia y todos esperan hasta el último momento para
tomar decisiones. Como yo planificaba con mucho tiempo de antelación todas mis
campañas, podía quedarme siempre con los mejores emplazamientos.
“Reflejos de Islandia”:
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