(Diario El Inefable) Según un
trabajo internacional en el que ha participado el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC), cuando se produce una sequía importante,
los árboles necesitan una media de dos a cuatro años para recuperar sus tasas
de crecimiento normales. En concreto, hasta dos años después de la sequía el
crecimiento registrado es en torno a un 5% menor de lo que apuntaban los
modelos de clima y vegetación que se manejaban hasta ahora. La consecuencia es
que esto puede provocar un descenso del 3% en la capacidad de fijar carbono de
los bosques a lo largo del siglo XXI, afectando especialmente a bosques de
pinos situados en zonas semiáridas. Tal como alerta Jesús Julio Camarero,
investigador del CSIC en el Instituto Pirenaico de Ecología, “esto implica que
el cambio climático puede ser también más rápido de lo que se pensaba”.
Los bosques juegan un papel
fundamental en la modulación del impacto del cambio climático sobre la biosfera,
puesto que retienen gran parte de las emisiones de dióxido de carbono
originadas por actividades humanas mediante la fotosíntesis, y transforman y
almacenan parte de ese carbono sintetizado en forma de madera. “Esta regulación
del ciclo global de carbono es, por tanto, esencial para el planeta”, apunta
Camarero.
Los anillos de los árboles permiten
reconstruir su crecimiento y tener una idea de la forma en que los bosques
convierten el carbono en madera a lo largo del tiempo. Los investigadores
recopilaron datos históricos de crecimiento y formación de madera de una
selección de más de 1.300 árboles, la mayoría de ellos situados en zonas de
Europa y Norteamérica. Mediante dendrocronología, la ciencia que estudia los
anillos de crecimiento, los investigadores determinaron el tiempo que habían
necesitado los árboles para recuperar su crecimiento tras varias sequías
observadas desde mediados del siglo XX.
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