(Diario El Inefable) Los fármacos denominados inhibidores de
la bomba de protones (IBPs) son los fármacos que mejor han sabido responder a
las necesidades de los pacientes que sufren enfermedad por reflujo
gastroesofágico (ERGE). Así lo explica el profesor Juan Vicente Esplugues,
catedrático de farmacología de la Universidad de Valencia:
“La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es una
enfermedad muy prevalente: aproximadamente un 40-50 por ciento de la población
la sufre con cierta periodicidad pero no tiene una gravedad exagerada. Se trata
de una patología que el paciente sufre innecesariamente porque como no termina
de generar esa visión de gravedad que pueden tener otras enfermedades, la
población la aguanta con relativo estoicismo. Pero realmente esto es
innecesario porque se podría evitar al paciente cualquier tipo de molestia con
una terapéutica farmacológica adecuada. Los pacientes aguardan demasiado antes
de acudir al especialista. Además, se le somete a un periplo de medidas
dietéticas y de hábitos de vida que van desde controlar la dieta hasta poner
unas alzas en la cabecera de la cama que resultan innecesarias si aplicamos una
terapéutica adecuada”.
Esplugues añade también que “en esta patología, lo
fundamental es la terapéutica farmacológica que tiene que conseguir como
objetivo que el paciente viva como si no existiera el reflujo, todo lo demás
son aproximaciones bienintencionadas pero innecesarias”.
No obstante cabe señalar que en esta enfermedad hay
distintos grados. “Si aguantamos mucho una enfermedad por reflujo y esta
desarrolla todo su potencial efecto agresivo sobre la mucosa esofágica y
llegamos a altos grados de las clasificaciones de daños o incluso a la
aparición del esófago de Barret, es evidente que estamos haciendo un claro
perjuicio al paciente. Cuanto antes demos un tratamiento adecuado, mejor”.
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