(Diario El Inefable) Una de las noticias de este verano
futbolístico ha sido el reciente fichaje de Pedro Rodríguez (Barcelona C.F.)
por el Chelsea; pero ¿qué ha tenido de particular esta transacción en términos
económicos? Sin duda una de las revalorizaciones más espectaculares del capital
invertido... y con insospechados benéficos colaterales. Veamos:
Cuando Pedro Rodríguez tenía 16 años y jugaba al fútbol en
el modesto Raqui San Isidro, de Tenerife, en la categoría Preferente (algo así
como la cuarta división), el Barcelona lo fichó pagando a dicho club 6.000
euros. Ahora, 12 años después, el Barcelona lo ha vendido al Chelsea por 27
millones y otros tres millones más en conceptos variables, es decir, una
revalorización del 5.000 por cien en 12 años.
Lo más curioso de esta historia es que también ha habido
efectos colaterales positivos para el modesto Raqui San Isidro, ya que a este
club, en concepto de derechos de formación, le corresponden 410.000 euros del
importe de dicho traspaso, una cantidad astronómica para un equipo de
Preferente, tanto es así que le permitirá saldar todas sus deudas y aún le
sobrará la mitad del dinero para invertirlo y con las rentas cubrir sus
necesidades año tras año.
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