(AZprensa)
Un nuevo estudio del proyecto de investigación
MCC-Spain, puesto en marcha por el Centro de Investigación Biomédica en
Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) del Instituto de Salud Carlos
III (ISCIII) ha reiterado el papel de la dieta en la prevención del cáncer. En
este último caso, la investigación se ha centrado en la prevención del cáncer
colorrectal y de recto y revelado que una alimentación saludable podría
prevenir hasta un 40% de tumores de colon distal y en torno a un 25% de los
tumores de recto.
Sin
embargo el análisis advierte que un bajo consumo de grasas combinado con una
elevada ingesta de frutas, verduras y productos integrales no es suficiente para
prevenir el riesgo de desarrollar cáncer de colon y recto y que la prevención
eficiente de este tumor pasa por limitar el consumo de lácteos grasos, panes,
arroces y pastas blancas, embutidos, hamburguesas, salchichas y otras carnes
procesadas, refrescos azucarados, zumos, dulces, comida preparada y salsas en
favor de una dieta con una alta presencia de frutas enteras, verduras,
legumbres, frutos secos, pescado y aceite de oliva.
En
esta investigación, en la que participaron 1629 pacientes con cáncer de
colorrectal y 3509 personas sanas, se ha explorado la relación entre el riesgo
de cáncer colorrectal y tres patrones de dieta que caracterizan los hábitos
alimentarios de la población española: El patrón Occidental incluye a los
individuos que consumen gran cantidad de productos lácteos grasos, granos refinados,
carne procesada, bebidas calóricas, dulces, comida rápida y salsas; el patrón
Prudente, es característico de personas que consumen productos lácteos bajos en
grasas, granos integrales, frutas, verduras y zumos; y el patrón Mediterráneo,
es el caracterizado por un elevado consumo de pescado, patatas hervidas, frutas
enteras, verduras, legumbres y aceite de oliva y un bajo consumo de zumos.
Los
participantes con una alta adherencia al patrón Occidental doblaron su riesgo
de desarrollar un tumor en el colon distal y presentaron un 46% más de riesgo
de tener un cáncer de recto que los participantes con bajas adherencias a este
patrón. Por otro lado, mientras que el patrón Prudente no mostró efecto alguno
sobre el riesgo de cáncer colorrectal, una alta adherencia al patrón
Mediterráneo se asoció con una reducción del riesgo de cáncer colorrectal de en
torno a un 30-40% para todas las localizaciones (hasta un 45% en el caso de las
mujeres).
Según
apunta Adela Castelló, “Este último resultado es especialmente revelador,
puesto que indica que para prevenir el cáncer colorrectal no es suficiente con
moderar el consumo de grasas e ingerir una gran cantidad de frutas, verduras y
granos integrales sino que además hay que añadir a la dieta productos ricos en
grasas saludables como el pescado o el aceite de oliva y otros productos
típicos de la dieta mediterránea como las legumbres y consumir las frutas
enteras en lugar de tomarlas en zumo”.
Las
investigadoras concluyen que, en base a este y otros estudios previos del
grupo, limitar el consumo de lácteos grasos, panes, arroces y pastas blancas,
embutidos, hamburguesas, salchichas y otras carnes procesadas, refrescos
azucarados, zumos, dulces, comida preparada y salsas en favor de una dieta con
una alta presencia de frutas enteras, verduras, legumbres, frutos secos,
pescado y aceite de oliva podría prevenir un elevado porcentaje de tumores de
mama, estómago, próstata y colon y recto.
El
cáncer colorrectal es el tercer tumor más diagnosticado en el mundo con cerca
de 1.4 millones de nuevos casos en 2012 y una predicción de 2.4 millones de
diagnósticos anuales a partir del 2035. Estudios anteriores sugieren que
aproximadamente 1 de cada 3 tumores malignos y 1 de cada 2 casos de cáncer
colorrectal son atribuibles a factores de riesgo modificables relacionados con
la dieta, la actividad física y el peso. Estas cifras ponen de manifiesto la
importancia de la prevención en la lucha contra el avance de esta
enfermedad.
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