sábado, 16 de junio de 2018

Antipsicóticos típicos y atípicos


(AZprensa) La esquizofrenia es una enfermedad psiquiátrica crónica e incapacitante, que afecta al uno por ciento de la población mundial. Se caracteriza por un amplio abanico de experiencias internas inusuales, un comportamiento social inapropiado y una reducción en la participación en las actividades sociales y ocupaciones habituales.

Los síntomas de la enfermedad se dividen generalmente en positivos (alucinaciones, delirios, desorganización conceptual, agitación y paranoia) y negativos (aplanamiento afectivo, apatía y aislamiento social y emocional).

Si bien los tratamientos habituales vienen siendo eficaces desde los años 50, su utilidad se ve limitada por diversos factores. En primer lugar, un 30 por ciento aproximadamente de los pacientes son refractarios al tratamiento. Los neurolépticos convencionales tienen una actividad limitada en el tratamiento de los denominados síntomas negativos. Finalmente, un inconveniente de los neurolépticos clásicos es la tendencia a producir síntomas extrapiramidales (movimientos involuntarios) como distonía o parkinsonismo, incluso a las dosis terapéuticas. Estos síntomas causan una incomodidad y malestar profundo tanto en los pacientes como en sus familias, y con frecuencia conducen a un mal cumplimiento del tratamiento, por lo que se producen nuevas recaídas de la enfermedad.

Por el contrario, en las últimas décadas se ha visto un desarrollo y creciente implantación de una nueva generación de fármacos, los denominados antipsicóticos atípicos. En general se diferencias de los convencionales por su perfil farmacológico, aunque presentan otros inconvenientes. El primero que se lanzó exigía controles hematológicos periódicos ya que puede llegar a producir agranulocitosis en un 1 a 2 por ciento de los casos, lo que limita su uso. Otros posteriores salvaron este inconveniente pero presentaban otras limitaciones, como el aumento de peso, la elevación de la prolactina (que conduce a la disfunción sexual) y la aparición de los citados síntomas extrapiramidales en altas dosis.

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