(AZprensa)
En opinión del Dr. Olof Selroos, de Suecia, “en Medicina es tan importante el
fármaco como su forma de administración, por lo que el sistema Turbuhaler
supone un importante avance”. Este dispositivo, incorporado a algunos productos
para el tratamiento inhalatorio del asma, está formado por 13 componentes que
permite que las partículas alcancen un tamaño inferior a 5 micras de diámetro.
El diseño de este dispositivo de inhalación ha sido reconocido con importantes
premios, entre los que destacan la Medalla de Oro de la Real Academia Sueca de
Ingeniería o el Premio de protección a la capa de ozono de la Agencia de
Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos.
En
efecto, este sistema de inhalación de polvo seco está exento de propelentes CFC
y cuenta con la particularidad de que la sustancia se administra en estado
prácticamente puro. Además, proporciona al paciente dosis de medicación
exactas, favorece que el principio activo se conserve en perfectas condiciones
y, sobre todo, se consigue un óptimo aprovechamiento del fármaco, con un
depósito pulmonar del 32 por ciento, muy superior al de otros sistemas de
inhalación.
Así
funciona el sistema Turbuhaler:
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El fármaco es impulsado por el propio flujo inspiratorio del paciente, y no
requiere propelentes ni lubricantes como los aerosoles.
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El Turbuhaler se utiliza en posición vertical. Cada dosis se carga con sólo
hacer girar la empuñadura del envase, primero en un sentido y a continuación en
sentido contrario.
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Con esta sencilla operación se rellenan una serie de compartimentos muy
precisos de un disco giratorio dosificador. El número y el tamaño de los
compartimentos del disco puede variar según el fármaco y la dosis a
administrar.
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Después de girar la empuñadura en ambos sentidos, el paciente debe expulsar
normalmente el aire, colocarse la boquilla entre los dientes, cerrar los labios
y aspirar fuerte y profundamente. No es necesario realizar apnea (contener la
respiración) después de la inhalación, tal como exigen otros dispositivos de
inhalación.
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Al aspirar, el aire pasa entre una serie de compartimentos, arrastrando la
dosis deseada del fármaco hasta una zona diseñada para crear un flujo
turbulento, donde el producto impacta contra las paredes internas de la
boquilla y llega al paciente con un tamaño de partículas inferior a 5 micras.
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Turbuhaler puede contener 60, 100 ó 200 dosis de sustancia activa. Su sistema
de carga asegura la total exactitud de cada dosis y es imposible que el
paciente, accidentalmente o deliberadamente, varíe la dosis predeterminada.
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Finalmente, una ventana indicadora, avisa al paciente cuando quedan menos de 20
dosis.
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