lunes, 4 de junio de 2018

Escultor de palabras


(AZprensa) La Poesía puede compararse con acierto con la Escultura. Si esta última utiliza el cincel y el martillo para ir descubriendo lo que anidaba en la imaginación del artista, la Poesía utiliza la pluma y el papel (el teclado y la pantalla del ordenador) para mostrar a los demás esas imágenes y sensaciones de su inspiración. 

Por eso en este poema no me defino como “Poeta” sino como “Escultor de palabras”:

Escultor de la belleza soy
cuando contemplo tu imagen
y mi lápiz cual cincel
hace saltar esquirlas de sentimientos,
hasta dejar tu esencia en estos versos
que sólo son para ti y que un día
se los llevará lejos el viento.

Palabras son y como hojas vuelan
al firmamento de tu mirada,
atraídos por la fuerza de lo incierto,
del misterio de unos ojos
que una tarde me miraron
desde lejos.

No hay comentarios: