(AZprensa) Tanto el Gobierno de España como el Autonómico,
han dado una patada en el culo al Athletic de Bilbao y a todos sus seguidores,
con el beneplácito de la Federación Española de Fútbol.
Como se recordará, el año pasado debía disputarse la
Final de Copa a la que accedían el Atheltic de Bilbao y la Real Sociedad, pero
en plena pandemia de coronavirus no había posibilidad de celebrar esa final con
público, algo que deseaban los dos clubes y por supuesto sus aficiones. Como
solución menos mala se adoptó la decisión de retrasar la celebración de este
partido hasta que pudiese acudir gente a los estadios y el Athletic de Bilbao
se sacrificó por el bien de sus seguidores aun sabiendo que esa decisión le
impediría jugar la Europa League este año (ya que para ello era necesario jugar
antes esa final).
Ha pasado un año y por fin la Federación Española de
Fútbol ha puesto fecha y ha propuesto que puedan acudir los aficionados al
estadio aunque sólo con un aforo del 25% pero con la incongruencia de que esos
espectadores no sean ni del Athletic ni de la Real sino sólo residentes en
Sevilla, la ciudad que acoge la final. Y entonces va el Gobierno y dice que
nada de público, que tiene que jugarse a puerta cerrada.
¿Qué harán los clubes? ¿Se bajarán los pantalones para
que sea más fácil seguir recibiendo patadas? Lo que deberían hacer ambos
equipos es negarse a jugar a puerta cerrada ese partido, ya que se acordó en su
día que podrían acudir sus seguidores y por ese motivo se retrasó la final sin
fecha, con el sacrificio añadido de la renuncia del Athletic a jugar en Europa
este año.
El Gobierno no deja que acuda un 25% de aforo al estadio,
no deja que los ciudadanos puedan viajar de una provincia a otra, pero sí deja
que turistas extranjeros puedan venir a visitar nuestras ciudades (aun sabiendo
que quienes están viniendo no son turistas “normales” sino hordas de jóvenes
extranjeros dispuestos a emborracharse y hacer fiestas ilegales ya que no pueden
hacer eso en su país).
Desde aquí nuestra solidaridad con la Real Sociedad de San
Sebastián y sobre todo con el mayor damnificado, el Athletic club de Bilbao y
con los seguidores de ambos equipos. No se merecían este trato injusto y
denigrante. Si finalmente juegan el partido a puerta cerrada o sólo con público
de Sevilla, habrán aceptado ser pisoteados por los poderes públicos, tal como
está siendo pisoteada la sociedad española en general.
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