(AZprensa)
El presente espacio informativo al que llamo “AZprensa” (en memoria del diario
digital que puse en marcha durante mi vida laboral y que llegó a situarse como
el segundo digital sanitario más leído de España) nació el 1 de enero de 2011.
Han pasado, pues, siete años y más de 3.000 noticias e informaciones
publicadas, las cuales han tenido más de 1.130.000 visitas. Pero este no fue mi
único espacio en Internet…
Hace
10 años, concretamente un 3 de marzo de 2008 comenzó a publicarse el blog “Palabras
inefables”. La primera pregunta que surgía era la razón de tal nombre que era
todo un contrasentido, ya que “inefable” (del latín “ineffabilis”) significa
que “no puede explicarse con palabras”, de ahí que palabras inefables signifique
literalmente “palabras que no pueden explicarse con palabras”. Así que justifiqué
dicho título citando como ejemplo a Stephen Hawking, el físico que acaba de
fallecer y del que tanto se está hablando estos días. Decía entonces que:
“Menuda
paradoja ¿no? Ciertamente la vida en sí es una paradoja: llamamos vida a ese
pequeño lapso de tiempo que estamos aquí y llamamos muerte al resto de nuestra
vida. Los ateos dicen que no creen en Dios, y resulta que al nombrarlo ya le
están dando carta de naturaleza. Estamos seguros de tantas cosas… y al cabo de
un tiempo nos damos cuenta que estábamos equivocados. Hasta uno de los más
insignes científicos Stephen Hawking, cuya teoría sobre los agujeros negros ha
estado vigente durante muchos años, ha perdido perdón públicamente hace poco al
reconocer que esa teoría suya, aceptada por todos, estaba equivocada. Hay que
ser más humildes, reconocer que no sabemos nada, que lo que creemos saber casi
con seguridad es falso, que nada de lo que parece ser es así en realidad sino
solo son los engaños de nuestros sentidos…”.
Me
refería, en concreto, a que Stephen Hawking afirmó que los agujeros negros
actuaban como verdaderos sumideros espaciales, absorbiendo todo y –por supuesto-
sin emitir nada. Pero años después, se retractó públicamente de sus palabras al
reconocer que los agujeros negros son capaces también de emitir determinadas
partículas. Por consiguiente, si un genio como él se equivocaba ¿cómo no vamos
a equivocarnos nosotros?
Valga
este pequeño recuerdo como homenaje a su memoria y a todo el conocimiento que
ha aportado a la humanidad.
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